Las obras de la ribera este de Toledo demolerán el canal de la noria y trasladan el embarcadero al otro lado de Galiana

El proyecto, denominado 'Renace Tajo', impulsado por el Ayuntamiento de Toledo y financiado con fondos europeos del programa Next Generation a través de la Fundación Biodiversidad, incluye intervenciones de renaturalización del entorno fluvial, mejora de la accesibilidad y la creación de nuevas infraestructuras sostenibles.

Uno de los principales cambios será la demolición del canal de la noria, que se mantendrá como elemento paisajístico en el cauce del río, y la construcción de un nuevo embarcadero accesible al otro lado del Palacio de Galiana, junto a la autovía, en la curva que forma el río al final del meandro. Este punto se convertirá en el nuevo acceso para piragüistas y deportistas, al que se llegará desde la rotonda del Salto del Caballo mediante un camino acondicionado.

Otro espacio clave será el estanque del parque de Safont, actualmente en desuso, que se transformará en un humedal naturalizado, favoreciendo la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la ribera.

Durante la visita a las obras, el concejal de Urbanismo, Florentino Fernández, y el concejal de Río Tajo, Rubén Lozano, estuvieron acompañados por la jefa del área de Urbanismo, la arquitecta Virginia Cavia, quien explicó los detalles del proyecto.

«Esta actuación forma parte de una estrategia más amplia de renaturalización del Tajo, desde el puente de Alcántara hasta la autovía», señaló Virginia Cavia, destacando que se eliminará el canal de la noria, se naturalizará el estanque de Safont y se instalarán sistemas urbanos de drenaje sostenible en el aparcamiento del parque. Además, se mejorará la accesibilidad con pasarelas de madera, siguiendo la línea de las actuaciones realizadas en otras zonas del cauce.

Por su parte, Rubén Lozano subrayó que estas obras «ponen de manifiesto la preocupación del Gobierno municipal por el río Tajo, por la recuperación de sus sendas y riberas, y también por su caudal».

«Por primera vez en décadas vamos a poder participar de la vida del propio río», añadió Lozano, refiriéndose al nuevo embarcadero y al tramo navegable de unos 10 kilómetros que permitirá actividades como el piragüismo. También destacó la plantación de 1.350 nuevos árboles, la protección de las riberas ante posibles crecidas y la mejora del ecosistema urbano.

La noria del Tajo, construida en 1994 bajo el mandato de Joaquín Sánchez Garrido, se levantó como homenaje a las antiguas norias y molinos del río. Aunque fue concebida con un fin educativo y paisajístico, una crecida del Tajo dañó su eje poco después de su instalación, quedando fuera de servicio desde entonces.

Con este proyecto, el Ayuntamiento busca recuperar el valor natural, histórico y social de la ribera este del Tajo, dentro de un plan que combina la protección ambiental con el uso ciudadano y deportivo del río, avanzando hacia una gestión más sostenible del entorno fluvial toledano.