El nuevo campo de fútbol Carlos III de Toledo salvará los restos arqueológicos

De hecho el proyecto cuenta ya con el visto bueno de la Viceconsejería de Cultura y Deportes, que el pasado 25 de marzo dio luz verde al proyecto, condicionado la obra a un control y seguimiento arqueológico ya que, advierten, que cualquier actuación que implique la transformación del paisaje cultural del Bien de Interés Cultural, deberá someterse al acuerdo de la Comisión de Supervisión y Seguimiento del convenio marco entre el Ministerio de Cultura y la Junta.

El proyecto, que tiene un plazo de ejecución de siete meses, contempla la construcción de un campo de fútbol 11, que se va a poner a disposición de la FIFA para la celebración de competiciones, junto al resto de infraestructuras auxiliares necesarias para el uso deportivo: drenaje, riego, iluminación o un edificio auxiliar para aseos y vestuarios. Esta será la primera fase, ya que en la segunda se va a ejecutar un campo de fútbol 7, pendiente aún de su redacción ya que va a requerir su propia licitación

La superficie total ocupada por las obras del campo de fútbol es de 11.698 metros cuadrados, de los cuales 7.810 corresponden al terreno de juego y el resto a plataformas de accesos y auxiliares. El terreno de juego, que será de césped artificial, medirá 68 metros de ancho y 105 metros de longitud. Los accesos al recinto se realizarán por los viales urbanos Paseo Cristo de la Vega y la avenida Mas de Ribero.

La zona auxiliar de 3.888 que complementará el proyecto contempla la construcción de dos vestuarios de 25 metros cuadrados cada uno; uno para árbitros de 12; un almacén; una sala de primeros auxilios; y dos baños adaptados para público general y usuarios.

La recuperación de este campo de fútbol ha sido un empeño del actual alcalde, Carlos Velázquez, que se marcó este objetivo justo hace dos años, cuando llegó al Ayuntamiento. Logró el apoyo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, instituciones con las que el pasado mes de noviembre firmó un protocolo para levantar esta emblemática instalación deportiva y ponerla al servicio de los toledanos y también de la comunidad universitaria.

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Así, en el marco de la iniciativa, se dio luz verde a este campo de fútbol 11 de césped artificial con materiales sostenibles que cumplen las normativas europeas que entrarán en vigor en 2030, gracias a fondos de un proyecto europeo con una dotación de hasta un millón de euros, liderado por la profesora Leonor Gallardo y convertirá a Toledo en sede de pruebas para la FIFA. Esta instalación vendrá también a mejorar los servicios de la Facultad de Ciencias del Deporte, que la utilizará como herramienta docente, de investigación y de transferencia de conocimiento.

Ese día, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, destacó la importancia de la colaboración entre instituciones, al igual que afirmó el alcalde, ya que esta obra representa, a su juicio, «una oportunidad para fortalecer el vínculo entre el campus de la Antigua Fábrica de Armas y la ciudad, así como para impulsar el barrio de Santa Teresa como un verdadero entorno universitario». Y, finalmente, en enero se aprobó la aprobación del protocolo general de actuación entre la Junta y el Ayuntamiento de Toledo.