Suscribete a
ABC Premium

Hispanoamérica y la leyenda negra

El joven ministro de Sumar, Ernest Urtasun, ha decidido unilateralmente liberar los museos estatales del lamentable «marco colonial»

Los toros, la cultura y la izquierda

Therry de Bry, A los perros

Luis Peñalver Alhambra

1492. La conquista del paraíso. Así se titula la película que conmemoraba el V Centenario del descubrimiento de América. Producida y dirigida por el irregular Ridley Scott, y escrita por Roselyne Bosch, esta película fallida (sólo se salva la banda sonora de Vangelis), ... que contó con 50 millones de dólares de presupuesto, con una importante participación del Ministerio de Cultura de España, no tuvo el éxito esperado, ni de crítica ni de taquilla. Comienza con una sucesión de grabados de Tyerry de Bry (ca. 1528-1598) que representan las supuestas atrocidades perpetradas por los conquistadores contra los indígenas. La popularidad que alcanzaron en los países protestantes estas piezas de De Bry, orfebre y pseudohistoriador nacido en Lieja, contribuyó de forma notable a crear la leyenda negra del imperio español. Sobreimpresionadas en dichos grabados, unas palabras aclaran desde el principio cuál es el mensaje del largometraje: la conquista por parte de los bárbaros españoles de una sociedad prehispánica idílica. Lo primero que lee el espectador español que ha pagado en parte la película con sus impuestos es que «hace 500 años España era una nación entregada al miedo y a la superstición, bajo las leyes de la Corona y una Inquisición que perseguía sin piedad a todos aquellos que se atrevían a soñar…» Leyenda que no tarda en ser corroborada por una secuencia en la que vemos a Cristóbal Colón y a su hijo Hernando asistiendo horrorizados, por la noche y entre la chusma ávida de emociones fuertes, a la quema de herejes (o brujas) ¡en una plaza de Cáceres!

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia