El laboratorio de anatomía patológica del hospital de Toledo seguirá activo pese a la presencia de formaldehído

Una situación que vienen denunciando en los últimos meses los representantes de los trabajadores, que han pedido en numerosas ocasiones a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha que tomara cartas en el asunto y que realizara los análisis oportunos para comprobar dónde está el origen de esas intoxicaciones. Este jueves, después de que el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, negara en el pleno de las Cortes de hace una semana cualquier problema de salud en el personal de laboratorios, se ha corroborado la presencia de formaldehído, según los resultados de las mediciones extraordinarias realizadas los días 27, 28 y 29 de enero.

Motivo por el cual, los delegados de prevención del personal estatutario y laboral del Sescam (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha), así como los delegados sindicales, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, exigen al consejero de Sanidad que rectifique y que se paralice la actividad de manera inmediata en esas dependencias hospitalarias. De hecho, los trabajadores del centro se concentrarán, una vez más, este viernes, a las 11.00 horas, en la entrada principal para denunciar la «preocupante situación que viven día a día en los laboratorios».

Los delegados de prevención y delegados sindicales continúan exigiendo la paralización de la actividad en los servicios afectados. «Ya se han puesto tres denuncias ante la Inspección de Trabajo y se ha trasladado esta situación al Sescam el pasado 20 de diciembre durante el Comité de Seguridad y Salud, y después de dos meses continuamos con la misma situación«, manifiestan.

Pese a todo ello, fuentes de Sanidad han asegurado a ABC que dichas instalaciones van a seguir funcionando, aunque sí que confirman que se ha detectado puntualmente en algunas de las muestras niveles de formaldehído por encima de lo recomendado en la sala de tallado y en el laboratorio. Por eso, a raíz de los últimos resultados recibidos este miércoles de las mediciones complementarias realizadas en el servicio de anatomía patológica, el servicio de prevención de riesgos laborales y la dirección del Hospital Universitario de Toledo ha decidido adoptar «nuevas medidas inmediatas para asegurar la salud y seguridad de todos los trabajadores del área de laboratorios».

Entre esas medidas, se ha hecho de nuevo obligatorio el uso de equipos de protección individual para todos los profesionales que desarrollan su labor en el servicio de anatomía patológica, genética, más los trabajadores que hayan tenido síntomas, a la vez que se va a continuar las mediciones en el área de los laboratorios del hospital.

Además, el servicio de Prevención de Riesgos Laborales continuará con la vigilancia de la salud de los profesionales realizando de nuevo la toma de muestras para la detección de agentes químicos en orina. Se está realizando una revisión de los protocolos de almacenamiento y manipulación de formol y se está de nuevo revisando las instalaciones y el equipamiento. En este sentido y como complemento, se va a proceder al cambio de las campanas de flujo laminar del servicio de genética.

Se ha procedido, de igual modo, a sectorizar el laboratorio de anatomía patológica para garantizar que no haya transmisión de productos químicos en las salas donde no se trabaja con este producto y se ha llevado a cabo el reforzamiento de las medidas de seguridad en la sala de tallado. De manera paralela, se ha adaptado una sala adyacente para la realización de algunas de las técnicas que se realizan en esta área dado que los profesionales requieren equipos de protección individual y trasladado a otra zona los puestos de trabajo de los facultativos

El servicio de anatomía patológica del Hospital Universitaria de Toledo, según informan desde el Sescam, es un área central que realiza anualmente alrededor de 80.000 estudios, lo que representa que unos 40.000 pacientes precisan un diagnóstico para comenzar a recibir un tratamiento médico o un procedimiento quirúrgico. «Detrás de cada muestra hay un paciente preocupado por el resultado de los estudios, como puede ser un cáncer», apuntan.