Juan José Montero: «La magia de las Batallas de Órganos es única, el público se emociona con la espiritualidad musical»

Lejos de considerarse protagonista y eludir la palabra 'yo', Juan José (prefiere que se le llame Juanjo) despliega todos sus conocimientos y la sabiduría cosechada en estos 44 años, vinculados a la catedral de Toledo. Cuenta que con seis años llegó como 'seise' al templo, y la conoce tanto que no duda en afirmar que es «una gran enciclopedia bíblica y el centro geográfico de Toledo», para destacar la riqueza que encierran las pinturas, esculturas y la iconografía del templo.

Juanjo es la alma mater y el creador de las 'Batallas' -puestas en marcha en el año 2014 a raíz del Año Greco-, una iniciativa que ha registrado en Europa para que sólo se pueda hacer en Toledo y en la catedral. Este año, los conciertos han llegado a la XI edición y a la batalla número 25, en la que ha conseguido incluir conciertos temáticos, relacionados con el templo. Enumera 'Los pecados capitales', 'La lucha entre los ángeles y demonios', 'El diablo', 'Moisés', y 'El Rey de la luz, como vencedor'.

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Los conciertos, que serán los días 16, 23 y 30 de noviembre, convierten al templo primado en un referente cultural de calidad, según ha indicado el alcalde Carlos Velázquez, que ha presidido la presentación del festival

También habla del duelo en los primeros años entre 'David contra Goliath', que enfrentó a Baptista-Florian Marle-Ouvard, en el órgano del Emperador y al propio Juan José Montero, en el pequeño del Sagrario.

Al rememorar esos conciertos, la cara de Juanjo -organero y organista- se ilumina para destacar las improvisaciones que realizan. Recuerda que hace muchos siglos también se hacían 'duelos'. «Nosotros damos rienda suelta a la imaginación, sin dejar de lado la conexión que hay entre los organistas».

Las batallas se han convertido en el referente cultural de la ciudad, con las entradas agotadas y un público fiel que vibra ante la magia de cada concierto, seducidos por el prodigio de unos músicos que, año tras año, piden volver para participar en este acontecimiento musical. Baptiste-Florian Marle-Ouvrard, Samuel Liégeon, Vincent Dubois, Atsuko Takano, Marc Pinardel, Rui Soares, Pablo Marqués Caraballo y Juan José Montero son algunos de los organistas que han participado.

«Cada batalla es diferente y el público que acude también lo es. Lo que hacemos nosotros, como organistas, es interpretar esas obras musicales que se compusieron para celebrar una victoria, para festejar, que emulan cañones, y que nos permite improvisar sobre contiendas antiguas, como la de Lepanto. Pero son batallas de paz porque la música no tiene otro sentido. Se festeja la amistad, el compañerismo», confiesa el músico.

Juan José Montero reconoce que cuando finalice esta edición, comenzará a preparar el programa de 2025, con la mirada puesta en el año 2026, en el que se celebrará el VIII Centenario del comienzo de la construcción de la catedral gótica más bella e imponente del mundo. «Será un programa ambicioso en el que están involucradas todas las instituciones para intentar celebrarlo de una manera alegre, rindiendo un merecido homenaje al patrimonio que encierra la catedral».

En las próximas ediciones -avanza el organista- tiene ideas verdaderamente «emocionantes», y algunas tendrán que ver con los santos de Toledo: San Ildefonso, Santa Leocadia. También las campanas. «La catedral tiene más campanas, aparte de las de la torre. Así que vamos a ir avanzando en la restauración», dice el organero. «También sobre otros temas como la primera piedra, la propia construcción. Todo eso nos dará para muchos temas musicales», confiesa.

Cuando se escuchan los últimos aplausos de la última 'Batalla de Órganos', Juanjo reconoce que siente una gran satisfacción porque «al final del duro trabajo, todos los organistas sonríen, el público sonríe y hay una felicidad interna. Hemos conseguido esa unión entre los interpretes y el público. Esa magia y esos sonidos sólo pueden retumbar en la catedral», afirma, para agradecer el trabajo de iluminación que realiza Javier Hernández de Pinto.

Su actividad investigadora y divulgadora del legado de la catedral lo compagina como profesor de piano en el Conservatorio de Toledo. Cree que hay mucho talento porque el centro ha formado a grandes profesionales que desarrollan hoy su actividad en diferentes ciudades europeas, como en Frankfurt, Heidelberg, Milán y Amberes.

Aparte de esta actividad profesional. Juan José Montero remarca su oficio de organero. Es capaz de arreglar un tubo desafinado con solo oír el órgano. «Tuvimos la suerte de tener entre nosotros, en Toledo, a un organero holandés, que se llamaba Gerard Albert De Graaf y que llegó para construir el órgano de la iglesia de Santo Tomé». Así que el entonces párroco Demetrio Fernández (hoy obispo de Córdoba) decidió no solo acometer la reforma. sino construir un nuevo instrumento.

«Tuve la oportunidad de estar en su taller durante 15 años y aprender el arte de la organería. Así me convertí en organero. Él falleció y a mí se me permitió continuar con su legado», evoca.