Interesante debate sobre literatura, Inteligencia Artificial y redes sociales en la presentación de la novela de Fernando Lallana

Un evento literario al que no han faltado amigos del escritor y de la cultura toledana, «lectores todos ellos que responden al anhelo de soñar, aun en tiempo difíciles», señalaba el autor con cierta ironía». Entre otros, el director de Relaciones Institucionales de CMM, Ismael Barrios, el fundador de Cervezas Domus, la cerveza de Toledo, Fernando Campoy Osset, conocidos periodistas de la ciudad, entre ellos, Quique Arenas, Mercedes Vega, Valle Sánchez, Silvia Almenara y Miguel Ángel Pérez Lucas, la escritora Cruz Galdón, etc.

Para su autor, su quinta obra de ficción después de «Florentius», «Si te dicen loco» «¿Dónde están los días?» y «Antón de Goa» se suma a otros tantos títulos de emprendimiento, que responden a su faceta profesional como consultor y experto en recursos humanos a nivel nacional e internacional.

Lallana ha señalado, no exento de emoción por esta importante novela en su trayectoria, que «Nadie que no sepa soñar de la editorial Caligrama es una obra que entrelaza dos historias separadas por cuatro siglos, pero unidas por el espíritu de superación de sus protagonistas, que espero que cautive a los lectores de todas las edades».

La protagonista de esta novela es la veterana atleta Emke de Boer, quien a pocos meses de su último Campeonato del Mundo de Velocidad sobre Hielo sufre una grave lesión de rodilla. Un inesperado veredicto social, vertido a través de las redes sociales, cuestiona su mérito y la sume en el desconcierto, empujándola a un tobogán de decisiones controvertidas.

«Nadie que no sepa soñar» refleja la influencia de las corrientes de opinión que adulteran la realidad y el papel de las redes sociales, al servicio de espurios intereses. La historia del valiente Jehan Lhermite, cuya principal habilidad fue patinar sobre los canales helados del norte de Europa a finales del siglo XVI, inspira a la veterana atleta a no plegarse a la tiranía de la mentalidad imperante y a tomar, contracorriente, la decisión más importante de su vida.

Los lectores serán llevados a un viaje inolvidable con personajes entrañables, narrativa envolvente y un final de giro sorprendente. La novela cumple con el reto de mezclar las peripecias del flamenco que ansiaba hacer carrera en el recién construido Monasterio de El Escorial en tiempos de Felipe II y el drama de una atleta que lucha por llegar a tiempo al colofón de su exitosa carrera de velocista en el Campeonato de Calgary en 2024. Dos historias que sirven de trasfondo para hacer reflexionar al lector acerca de la línea tan fina que actualmente separa la ficción de la realidad.

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En su intervención, María José Muñoz explicó que Fernando Lallana, además de muchas cosas más, es un experto en novela histórica. «Siempre me ha asombrado el uso certero que hace del lenguaje de siglos atrás, ya sea en las telas de las vestimentas, en el pelaje y sonidos de las caballerías, en los paisajes, las personas o el alma humana», dijo.

De su última novela, 'Nadie que no sepa soñar', destacó que «es, además de amena, divertida a veces, trepidante otras, instructora de los que andan o andamos perdidos en la postverdad». «son dos historias apasionantes que se entrecruzan para unirse en un final inimaginable para el lector» y animó a su lectura, donde, además, el ChatGPT, la Inteligencia Artificial, tiene un gran protagonismo. De hecho, desveló que la portada está hecha con esa combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presentan las mismas capacidades que el ser humano, una tecnología que todavía nos resulta ajena y misteriosa, pero que desde hace unos años está presente en nuestro día a día a todas horas.

En opinión de María José Muñoz «las redes sociales no son solo algo perverso que nos atrapa; su uso puede ser muy positivo para el trabajo, por ejemplo, que realizan los periodistas como yo. También la Inteligencia Artificial, aunque suene a algo inhumano. Son producto del avance científico, que, si es bien apliacado -como se hace en tantos campos como la medicina, la técnica, la física o la biología- propician el desarrollo y lel progreso de la humanidad. Pero, eso sí, dejando entre rejas la mentira, las medias verdades, los bulos o la postverdad. Porque solo la verdad podrá hacernos libres, como dijo Jesús de Nazareth», concluyó.