Inés Cañizares (Vox): «Toledo es mi principal responsabilidad, no hay incompatibilidad ideológica con 'Atenea'»

«No hay incompatibilidad ideológica entre 'Atenea' y Vox«, subraya Cañizares a este diario marcando así la línea de interpretación con la que pretende evitar la lectura de ruptura. El mensaje es claro: se puede estar en Vox y, a la vez, alimentar un proyecto paralelo. Un planteamiento que, sin embargo, puede tensionar a la dirección nacional, más celosa de mantener la disciplina interna.

La vicealcaldesa insiste en que 'Atenea' «no es un partido político ni tiene vocación electoral a día de hoy», sino un espacio de la sociedad civil que busca canalizar talento y propuestas, además de crear «un clima de reconciliación frente a la polarización».

Cañizares no es una exmilitante ni una voz crítica desligada de Vox, sino vicealcaldesa de la capital regional y con responsabilidad de gobierno gracias al pacto con el Partido Popular, un perfil que da proyección institucional a un proyecto que, por ahora, carece de estructura territorial y huye, en principio, de los horizontes electorales.

La figura de Iván Espinosa de los Monteros, al frente de 'Atenea', es clave. Cañizares lo describe como alguien con la capacidad de «atraer personas de diferentes sensibilidades», lo que abre la puerta a que este espacio se convierta en punto de encuentro para quienes mantienen afinidad con el ideario de Vox, pero buscan un clima más conciliador.

La edil resume su motivación en una palabra: ilusión. Una ilusión que no oculta la ambivalencia estratégica: construir algo nuevo sin romper con lo existente, y afirma que en estos momentos «Toledo es mi principal responsabilidad, junto a mi actividad profesional» e incide en su capacidad de consenso: «Me gusta estar ahí porque siempre busco el punto de encuentro y conciliación, cogobierno en Toledo con otro partido con el que tenemos desacuerdos y también puntos en común. Siempre he buscado el acuerdo».

Ahora el desafío para la dirección nacional de Vox será decidir si tolera esa convivencia o si ve en ella una amenaza de fuga encubierta. De momento, la propia Cañizares admite que no ha recibido llamadas de Madrid, aunque sí mensajes de apoyo en su entorno. «Todos los mensajes han sido de apoyo, alegría e ilusión», concluye.