Carolina Cerezuela: «La música me permite planificar mi vida mejor que la interpretación»

-Escuchando su disco, cuesta creer que era la primera vez que se ponía delante de un micrófono....

-Fue toda una aventura porque nunca me había puesto delante de un micrófono para cantar de una manera profesional y, la verdad, es que me está encantando. También es cierto que se dieron una serie de circunstancias en mi vida, como que se cruzara Jaime Anglada, una persona que pone todo muy fácil. Antes de conocerle, yo era una enamorada de sus canciones. Él hace el trabajo duro, escribe las letras de las canciones y compone la música y yo hago el trabajo de interpretación, salvo en Hazme en la Noche , que está escrita por mí.

-Entonces, ¿nunca se le había pasado por la cabeza dedicarse profesionalmente a la música?

-No de manera profesional. Es cierto que a mí me encanta la música desde pequeña y, de una manera u otra siempre, he crecido con ella, utilizándola como un vehículo para armonizar un poco mi vida. Pero de manera profesional nunca me lo había planteado. Sí es verdad que cuando me preguntaban «¿si no fueras actriz, que te hubiera gustado ser?», yo siempre decía cantante. Pero de ahí a planteármelo, había un mundo, y mira cómo he acabado, ¡nunca sabes por dónde te puede salir la vida!

-¿Ha sido autodidacta?

-Sí, aunque es verdad que me dejo asesorar e influenciar por Jaime. Cuando me planteé grabar el disco, por una cuestión de resistencia vocal y de respeto a la profesión pensé en dar unas clases de técnica vocal. Jaime me dijo: «Si te pones a hacer de cantante, yo lo dejo, porque, si hay algo que me gusta de tu voz, es la inocencia y la naturalidad que tienes». Así que me pidió que, de momento, no diera ninguna clase para que no educara mi voz. Y aquí estoy, sin dar clases.

-Precisamente en alguna ocasión, Jaime ha comentado que vosotros sois intérpretes musicales y que, en el momento en que se convierta en una cantante, dejará de trabajar con usted...

-Eso tiene una ventaja: a la hora de interpretar no tienes inseguridades porque no conoces tu voz. Simplemente, me limito a interiorizar la canción y a sentirla mía. Para mí, es una forma de interpretación, pero, en vez de utilizar el cuerpo, empleo la voz.

-¿Canta canciones a sus hijos?

-Sí, claro. Se saben todas las canciones de «Manzana de caramelo», ¡es la banda de música para ir y volver del colegio!

-¿Y a su marido?

-Carlos siempre me pide que le cante Ni tan lejos ni tan cerca, ¡es su canción favorita!

-Sabiendo de su pasión por la música, si no fuera quien es, ¿hubiese sido Carolina una candidata a participar en un talent show como La Voz?

-No lo creo, porque la música para mí no es «voy a intentar llegar a», «voy a intentar conseguirlo», «quiero ser cantante» o «quiero dedicarme a la música». La música llega a mi vida de una manera muy natural y espontánea, sin buscarlo, y lo que me gusta es interpretar esas canciones y disfrutar haciéndolo. No creo que me presentara a un talent show, y Jaime tampoco, te lo puedo asegurar.

-«Manzana de caramelo» es su primer trabajo discográfico de la mano Jaime Anglada, un experimentado cantautor, ¿cómo surge Anglada Cerezuela?

-A mí me piden que haga una canción para una ONG y Jaime es la persona que escribe esa canción. A partir de ese momento, nos conocemos y surge una amistad. Él viene a casa con nuestro grupo de amigos.... era invierno, chimenea, amigos, una botellita de vino y una guitarra; entonces, empezamos a cantar canciones y siempre nos quedamos con ganas de más. Un día Jaime me dice: «Siempre estamos haciendo versiones de otros cantantes, y yo tengo un montón de canciones mías guardadas en una carpeta. ¿Quieres que las cantemos para disfrutarlas?». Así surgió «Manzana de caramelo». Luego decidimos ampliar repertorio y comenzamos a dar pasos hasta hoy, que arrancamos una gira por toda España.

-¿A qué sabe «Manzana de caramelo»?

-Sabe un poquito a locura, atrevimiento, a romper los esquemas. Son canciones románticas, bonitas, que cuentan una historia y que saben a sencillez. Es un disco hecho sin pretensiones en el que intentamos plasmar un poco la naturalidad con la que surge el proyecto.

-Actriz, presentadora, madre y ahora, intérprete musical, ¿es capaz de encontrar algún momento de relax?

-Todo lo voy compaginando según vaya surgiendo. Cuando nacieron mis hijos, dije que participar en el rodaje de una serie era complicado, porque sabes cuándo sales de casa, pero no cuándo regresas, y yo necesitaba tener una organización en mi vida. Esa planificación no la encuentro en el rodaje de una serie, pero sí en la música. Por ejemplo, sé que mañana voy a actuar en Toledo, entonces puedo ir a llevar a mis hijos al cole y mi marido puede ir a recogerlos. La música me permite esa planificación y la doy prioridad profesional en mi vida.

-En ese momento de desconexión, ¿con quién se tomaría un café?

-Con toda la gente que lo quiere escuchar. Con mi gente allegada ya he compartido ese momento, y ahora con quien me falta compartirlo es con la gente que quiera descubrirlo. Invito a todos los que lo deseen que lo hagan porque son canciones con las que se pueden identificar. Es un disco que apetece escuchar.