La Fiscalía pide tres años de cárcel para un quiropráctico acusado de un delito de abusos sexuales en Toledo

Además de la pena privativa de libertad, el Ministerio Público pide para el acusado libertad vigilada por espacio de cinco años, la inhabilitación para ejercer profesiones sanitarias durante cuatro años, la prohibición de cualquier actividad que implique contacto con menores, la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante cinco años y el pago de 4.000 euros en concepto de indemnización por daños morales.

Los hechos ocurrieron el 13 de julio de 2021, cuando la víctima, identificada como B., acudió a la consulta del acusado para recibir tratamiento tras haber sido sometida a una cirugía de laparotomía ginecológica. La mujer sufría retención urinaria y J.P.F. le había pautado una serie de sesiones. Aquel día, al llegar a la clínica, el acusado, según el escrito de a Fiscalía, con la excusa de que el tratamiento podría ser doloroso, le propuso un masaje relajante en todo el cuerpo, asegurándole que así aliviaría las molestias del tratamiento.

Noticia Relacionada

El acusado de apuñalar al hijo de su pareja: «No sé cómo se pudo pinchar; el machete era para cortar el cuello a los pollos»

Elisabeth Bustos

La fiscalía y el abogado de la acusación mantienen para el acusado la petición de 9 años de prisión por un homicidio en grado de tentativa. La defensa pide la libre absolución

A diferencia de sesiones anteriores, el quiropráctico, según el relato de la acusación, le pidió que se desnudase completamente y se tumbase boca arriba, sin ofrecerle toalla alguna para cubrirse. Durante unos 20 minutos, le realizó un masaje con aceite antes de pedirle que se colocara boca abajo. «Fue en ese momento cuando, aprovechando que la mujer no podía verle, se desnudó completamente y se subió a horcajadas sobre ella. Mientras continuaba con el masaje, rozó con su pene erecto la zona anal de la paciente«, señala la Fiscalía.

Al notar lo que estaba ocurriendo, B. reaccionó de inmediato y gritó: «J., ¡qué haces!». El acusado, sorprendido, bajó rápidamente de la camilla y comenzó a vestirse farfullando, mientras que la víctima, aturdida y asustada, hizo lo mismo y abandonó la consulta sin mediar palabra con él.

Desde aquel día, B. ha desarrollado síntomas de ansiedad, insomnio y un profundo rechazo a situaciones que le recuerdan lo sucedido, por lo que ha requerido asistencia psicológica. El equipo de profesionales que la atiende ha emitido un informe en el que se certifica que los problemas emocionales que sufre son coherentes con los hechos denunciados.