Taboada explica los hallazgos arqueológicos y las tumbas medievales del Cerro de la Horca de Toledo

El descubrimiento en 2009 de este gran cementerio judío de Toledo marcó un antes y un después en el conocimiento del mundo funerario medieval toledano. Hasta ese momento, no había una caracterización clara para los diferentes rituales de enterramiento referentes a las tres religiones que coexistieron en Toledo durante la Edad Media y la tendencia era aplicar genéricamente el término «mudéjar» para definir aquellas tumbas que no cuadraban con la tradición oficial.

Gracias a las investigaciones arqueológicas, como las de Ruiz Taboada , en los últimos años se ha podido invertir dicha tendencia y ahora no sólo se pueden identificar arqueológicamente los rituales de enterramiento de estas tres religiones, sino de comprender la dinámica de desarrollo y cambio en sus respectivos cementerios, y su relación con otros espacios cementeriales colindantes. La excavación en el año 2014 de un pequeño solar en el límite sur del Cerro de la Horca, en la actual calle Valdivia, (cerca de General Villalba) ha sido el último avance en el conocimiento, uso y expansión del cementerio judío y su relación con otros cementerios contiguos anteriores, como el Taifa del camino de Madrid y contemporáneos o posteriores, como el de la ermita de San Eugeni o.

Arturo Ruiz Taboada , arqueólogo y profesor del Centro de Estudios Internacionales de la Fundación Ortega-Marañón, fue descubridor también en 2002 de la Puerta del Vado (siglos XI-XII), uno de los principales accesos a la ciudad medieval, que continúa enterrado bajo tierra.