Días de vino y sangre en la voz de José María Lorente Villarreal, 'Popó'
«Para nosotros fue mucho más que 'un histórico' de la radio toledana: fue también un amigo cercano, un enamorado de Toledo»
Pero, José María Lorente Villarreal, alias Popó para nosotros, fue mucho más que 'un histórico' de la radio toledana: fue también un amigo cercano, un enamorado de Toledo, un ciudadano ejemplar, un colaborador del grupo de teatro Pigmalión, una luz en los tiempos oscuros de finales de los 60 en una ciudad de provincias, una presencia en el ámbito cultural. Y, sí, también una voz y un talante.
Formó parte del grupo de amigos que quedaron para el recuerdo en una fotografía tomada por Pablo Rodríguez, de casta le venía al galgo. Uno siempre ha pensado que la imagen es la de una generación que ya empieza a desaparecer. Estábamos casi todos, alegres y felices en la boda de Aurelio. Popó sonriente, con su 'zamarra' de pana.

Uno le recuerda, en su primer trabajo en Calvo, una tienda de coches frente al Miradero, que compaginaba con otras actividades culturales: las horas compartidas en el salón de actos de la Casa Sindical (la fotografía de Franco presidiendo la escena), en los ensayos con el grupo Pigmalión, que dirigía el dramaturgo Antonio Martínez Ballesteros; su valiosa ayuda como director de 'Musical joven', un espacio musical que creamos y que se emitía en directo en Radio Toledo los domingos al mediodía.,
Pero, sobre todo, uno recuerda su presencia y ayuda en uno de los momentos más tristes que uno vivió. Una noche en que íbamos a tomar unos vinos (teníamos un itinerario que iba desde Zocodover hasta Los Candiles, pasando por bares a mitad del camino) vimos que alguien estaba en el suelo ensangrentado. Nos acercamos, era un joven que había sido apuñalado. Popó paró un coche y llevamos al herido a la Casa de Socorro. Murió en mis brazos antes de llegar. Por aquel entonces uno trabajaba en 'El Alcázar' y escribió un artículo que tituló 'Un hombre que se llamaba Juan'.

Yo dejé Toledo a finales del 70 y perdí contacto con Popó y con el grupo. Nos vimos en Toledo, después de casi cincuenta años, en la presentación de uno de mis libros e intentamos reconstruir el tiempo perdido. La fotografía de esa generación se va oscureciendo. Nos queda, en este caso, la amistad de José María Lorente Villarreal que puso voz y presencia en el grupo que con el tiempo desaparecerá.
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