Prácticamente todos los policías nacionales y locales que patrullaban a las dos de la tarde por la ciudad de Toledo, más de una decena según testigos presenciales, acudieron al pabellón deportivo Alberto Sánchez, en el barrio de Santa María de Benquerencia, para mediar en una ... discusión provocada en la calle por seguidores toledanos tras un partido de baloncesto entre jugadores de la categoría cadete.
De esta forma, los agentes lograron que el asunto no llegara a mayores. «Tenemos muy malas experiencias por no haber suficientes efectivos y vamos conjuntamente policías nacionales y locales a todo lo que parezca pelea multitudinaria», explica un funcionario.
El altercado se originó después del encuentro entre los cadetes del CB Polígono y el Talavera. Los jugadores, que muchos se conocen por coincidir en la selección regional, se abrazaron amistosamente a la conclusión del partido, que ganaron los visitantes por siete puntos de diferencia.
En las gradas había adolescentes con palos y tras el partido esperaron en la calle, según testigos presenciales del club toledano, que les afearon esa actitud amenazante. Pero uno de ellos, que estaba sentado en un banco, se abalanzó con un palo contra algún jugador del Talavera que le habría mandado callar durante el partido mientras animaba. En ese instante, según esos testimonios, «un miembro del Talavera intentó reducirlo, lo que provocó que todos los amigos del joven se lanzasen, además de su padre».
En esos momentos llegaban a tiempo varias patrullas de la Policía Local y Nacional, alertadas por los seguidores talaveranos, entre ellos padres de los jugadores de los equipos cadete e infantil. «A los chavales que han provocado el altercado en la calle nunca los había visto en el pabellón y no forman parte del Club Baloncesto Polígono», afirma ABC una testigo.
Una vez calmado los ánimos, la Policía escoltó a los jugadores cadetes del Talavera, padres y seguidores. «Estamos gastando un dinero del Estado para este tipo de situaciones. ¡Cuántas cosas habrá en las que se necesite la Policía!», se lamentaba una aficionada.
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