Socuéllamos: el liderato de un pueblo

El filial del Sevilla les quitó la ilusión y, un año después, abandonó la Segunda B. Sin embargo, como el ave fénix, el Yugo ha vuelto a renacer. Ahora comanda la Tercera con una racha impresionante y vuelve a ser un modelo a imitar para el resto de clubes castellano-manchegos. ¿Cuál es la clave?

«El éxito viene de años atrás, incluso desde antes de subir a Segunda B. La primera norma del club es pagar el día 1 , ajustar los presupuestos a la realidad. Somos un equipo familiar, en el que hay muy buena relación entre los diferentes estamentos...», explica el jefe de prensa, Antonio Martínez.

Los azulones llevan sin perder un partido de Liga desde la temporada pasada, cuando el 11 de marzo el Conquense les venció por 3-4. Desde entonces acumulan 24 jornadas sumando, incluidas las 15 de esta temporada, en la que, con 11 triunfos y cuatro empates, son líderes destacados con 37 puntos. Además, han ganado los ocho últimos partidos y, con solo cinco tantos en contra, forman la defensa menos goleada en España.

«El éxito es el trabajo de todos: jugadores, cuerpo técnico y, por supuesto, la directiva, que se encarga de que el club esté saneado. El vestuario cada año mejora, siempre hay un buen ambiente», opina Carlos García, de 29 años, lateral derecho, segundo capitán y uno de los seis supervivientes del equipo que jugó en Segunda B. Los otros cinco son el capitán Jacinto, Zurdo, Kike Domínguez, Jesús García y Belencoso .

La del Socuéllamos es una plantilla veterana, con bastantes jugadores rondando o por encima de los treinta años. Curiosamente el entrenador, Mario Simón, es muy joven, apenas 37 primaveras, la misma edad que Zurdo y Belencoso. «Somos un equipo muy versátil. Explotamos mucho el juego directo y el balón parado, los saques de esquina, las faltas, los saques de banda con Carlos García... Arriba tenemos velocidad y, en el medio campo, jugadores que se asocian», desgrana Antonio Martínez.

El año pasado, los azulones se quedaron a unos minutos de retornar a Segunda B. Tenían la eliminatoria ganada ante el Unionistas de Salamanca cuando el árbitro pitó un penalti controvertido en el descuento contra el Socuéllamos y su sueño se apagó. A pesar de la fenomenal temporada, el entrenador Manu Calleja (ahora en el CD Toledo) decidió no seguir.

Para este curso llegó el mencionado Simón, que incluso ha mejorado los números de su antecesor. «El trabajo que está haciendo el míster está siendo ejemplar», asegura Carlos García. El objetivo vuelve a ser el ascenso, está claro; «y si se puede quedar primero, mejor, para tener más opciones», añade el jefe de prensa.

Al margen de lo deportivo, el gran logro del Socuéllamos es haber implicado a todo un pueblo manchego de poco más de 12.000 vecinos. Aproximadamente, el diez por ciento de ellos son socios y acuden al campo «Paquito Giménez», donde este año el «Socu» ha ganado todos los partidos. El abono general cuesta 140 euros, pero hay uno reducido por 100 y otro denominado «oro» por 200 para los que quieren colaborar más con el club.

El presidente, también del pueblo, tiene la empresa Transportes Félix e Hijos , con unos 200 empleados y camiones cisterna que llevan líquidos alimenticios por Europa. Y la cooperativa local de vino Cristo de la Vega, a través de su marca «Yugo», es el principal patrocinador desde 2008.

Antonio Martínez desconoce cuánto dinero aporta la cooperativa, así como el presupuesto total del club. Algunos dicen que es cercano al medio millón de euros y el jefe de prensa asegura: «Creo que tanto, no».

En todo caso, explica el por qué de este curioso patrocinio, que incluso da nombre al club: «A lo mejor algún año hemos tenido la oportunidad de cambiar de patrocinador, que nos daba más dinero, pero sería algo puntual ¿Y luego qué? Con la cooperativa nos aseguramos el pago y la continuidad».