Carlos Terrazas quiere llevar al Hogar Alcarreño a ¡Segunda División!

«Lo más importante que hay en el fútbol son las ideas. En contra de lo que la gente piensa, lo que está claro es que en el fútbol lo que hace falta es tiempo, no dinero », explica Terrazas a ABC, que niega que vaya a haber una inyección económica y por eso sea tan optimista.

Al contrario, es la garantía de un proyecto a largo plazo lo que le ha covencido de fichar. «Hoy las cosas no funcionan así, pero solo a largo plazo es cuando un entrenador puede plasmar sus ideas», dijo el vasco en su presentación. «No se puede llamar oferta. Me vine a vivir a Guadalajara hace dos meses. Conocía a la directiva del Hogar Alcarreño y enseguida nos pusimos de acuerdo», añade a este periódico.

Licenciado en Derecho, Terrazas lleva toda la vida sentando en un banquillo. En 1996 ascendió al Zalla Unión Club a Segunda B y en 2001 subió con el Real Burgos a Segunda, pero en La Alcarria se le recuerda, sobre todo, por llevar al Deportivo Guadalajara a Segunda en 2011. En el club morado estuvo hasta 2013, cuando se consumó el descenso administrativo de categoría. Después ha entrenado al Mirandés en Segunda y a la Ponferradina en Segunda B.

El Hogar Alcarreño es un equipo que en los últimos años parece haber cogido velocidad de crucero en el fútbol modesto de Castilla-La Mancha. En 2015 subió de Segunda a Primera Autonómica; en 2017 de Primera a Preferente, y en las dos últimas temporadas ha sido cuarto y tercero. El año que viene tratará, claro, de ascender un peldaño más hasta Tercera.

«Cumplir el objetivo es siempre una excepción. Lo normal en el fútbol y en la vida es fracasar y volver a intentarlo», dijo Terrazas hace un tiempo a El País. Ahora tiene seis años para intentarlo.