Denuncian el lanzamiento de piedras a los coches en la TO-22 a la altura de Azucaica en Toledo
Una de las afectadas relata a ABC tras interponer la denuncia que estuvo a punto de perder el control del vehículo y provocarle un accidente
J. Guayerbas
Toledo
Aseguran que no es la primera vez que ocurre. Puede ser una chiquillada o un acto de mala fe. Se desconoce. Pero lo cierto es que la Policía Nacional suma ya varias denuncias por lo que hoy relata a ABC María García, una joven ... toledana con residencia en Mocejón.
Cada noche, tras salir del trabajo, coge su coche para regresar a casa. Lo hace por la carretera que comunica la ciudad con el barrio de Azucaica. Jamás pensó que viviría un episodio como el que protagonizó la semana pasada.
«Iba conduciendo con tranquilidad cuando de repente tres piedras impactaron contra mi coche, en la luna, en los faros, en las ventanillas, no sé ni cómo reaccioné», asustada, María rompió a llorar. «Instintivamente cerré los ojos pensando que el cristal se me venía encima, perdí el control del coche durante unos segundos invadiendo además el carril izquierdo», explica.
«Empecé a hiperventilar, muy nerviosa, sin entender muy bien qué era lo que había pasado», comenta a este diario aún esperando respuestas. «Pude llamar a mi marido porque llevaba el móvil justo conectado con el coche y no recuerdo ni lo que le dije, no paraba de llorar, tenía pánico», comparte aún emocionada por el episodio que le tocó vivir y que pudo terminar en un trágico accidente, incluso, mortal.
«Solo era capaz de decirle que llamase a emergencias, porque lo que me había pasado no eran unas piedrecitas de esas que te saltan por la carretera, si no que lo que me había pasado era algo claramente intencionado», apunta. Todo ocurrió en la TO-22 a la altura del barrio de Azucaica. Ya lo ha denunciado y como ella, al menos, otras dos personas más por el mismo episodio y la misma noche.
María, incluso, explica que en el barrio de Azucaica «los vecinos son conscientes de que existe un grupo de chavales que se dedican a hacer gamberradas y a molestar, la Policía también» aunque por el momento se desconoce quién y quiénes fueron los autores de los hechos.
Así, la víctima hace un llamamiento para que este tipo de actos, que como subraya, «no podemos tolerar», no vuelvan a repetirse. «No es un incidente aislado, sino una realidad preocupante que amenaza la integridad y que pone en peligro la seguridad de todos los ciudadanos que circulan por la zona», añade.
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