El crimen de Teodora: solo la defensa cambia su calificación y reconoce un homicidio doloso tras la confesión de su exmarido
La Fiscalía y la acusación popular, ejercida por la Junta de Comunidades, mantienen su petición de prisión permanente revisable. Para ellas, fue un asesinato con alevosía y violación, aunque pasan casi de puntillas en la agresión sexual
Los forenses no confirman que la violara, pese a tener semen de su exmarido y las bragas al revés
Toledo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCarlos Alcázar, el abogado de la defensa, estaba obligado irremediablemente a cambiar su calificación inicial, ya que José confesó ante el jurado popular el primer día del juicio y las pruebas echaban por tierra que hubiese sido un accidente, como siempre había sostenido. Por eso, ... en sus conclusiones definitivas el letrado lo comunicó: pasó de pedir la libre absolución a considerar un homicidio doloso que José del Carmen Reyna asfixiase a su exesposa, Teodora, en un camino muy poco transitado entre Mascaraque y Almonacid de Toledo la mañana del 4 de abril de 2022.
Aconsejado por su abogado, José admitió la autoría durante su declaración en la Audiencia Provincial de Toledo, donde piden para él la prisión permanente revisable (ppr) «por el honor y la memoria de Teodora». Según las acusaciones, fue asesinada con alevosía (ella no habría tenido opciones de defenderse) y también fue víctima de un delito de agresión sexual con penetración. Sin embargo, el acusado negó que la violara, un hecho que tampoco ha quedado acreditado por los peritos, después de cuatro sesiones, a pesar de que Teodora, peruana como José, tenía semen de él dentro de su vagina y las bragas al revés.
Por esta última acusación, la violación, tanto la fiscal como la abogada de la acusación popular, ejercida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, pasaron casi de puntillas este jueves durante sus conclusiones definitivas e informes en el primer jurado para las tres partes.
Marta Vargas, la representante del Ministerio Público, afeó que José presentase una relación casi idílica con Teodora, con la que tenía una relación de pareja: convivía en la misma casa y dormía en la misma cama. «Se inventó», aseguró la fiscal, las relaciones sexuales continuas con ella para justificar el hallazgo de esperma en su vagina, aunque las bragas no tenían ningún rastro. Añadió que es «incómodo» para una mujer tener las bragas al revés durante 14 horas y que es «más propio» en alguien que se las pone rápidamente.
La fiscal y la abogada de la Junta incidieron más en convencer al jurado de que sí hubo alevosía en el crimen. «Teodora no tuvo la más mínima oportunidad de defenderse; fue una traición», aseguró Marta Vargas, quien conjugó varias veces el verbo mentir para reprobar el testimonio de José, recluido en la prisión de Ocaña I por estos hechos.
También se dirigió a los sentimientos del tribunal popular, que dirimirá desde este viernes: «Que no les asuste la prisión permanente revisable. Son muchos años; también eran muchos los años de vida que le quedaban a Teodora, madre de tres hijos, que con su esfuerzo y trabajo pudo pedir un préstamo y comprar una casa».
Para la fiscal, los celos y el sentimiento de abandono -la mujer manifestó su deseo de emprender una nueva vida en Madrid- fueron lo que causó su muerte a manos de José, nacionalizado español. «O era para él o no era para nadie a la vista del resultado», aseveró durante su intervención de media hora. «Hasta dónde llega la maldad humana que, después de asfixiarla, la colocó en el camino y la pasó el coche de 1.400 kilos por encima a la madre de sus hijos», recordó.
José, acusado de asesinar a su exmujer y arrollarla con su coche: «La asfixié con una sola mano, con mucha fuerza»
Manuel MorenoLas acusaciones le atribuyen también un delito de agresión sexual y se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable
Esgrimiendo las «circunstancias» de género y de parentesco en este caso, la acusación popular está convencida de que José trazó un plan para llevarla a un lugar «inhóspito» donde nadie viera cómo la mataba y sin que se pudiera defender. «Dominación machista» y «sentimiento de propiedad» del encartado sobre Teodora, enfatizó la letrada, quien afirmó también que «no se puede permitir que una mujer sea de su propiedad». «No hay ninguna prueba que acredite» la versión de José, subrayó antes de preguntar mirando al jurado: « Entonces, ¿se creen las manifestaciones del acusado? Sinceramente, yo, no».
Apeló al sentido común, pero en su alegato de quince minutos apenas dedicó 55 segundos a la presunta violación, aludiendo al comentario de los médicos forenses en la jornada anterior: en las agresiones sexuales, el 'modus operandi' se asemeja a lo que le sucedió a Teodora al morir estrangulada, pero los facultativos no pudieron confirmar categóricamente que ocurriera en este caso.
«Es horrible lo que hizo», censuró su abogado a José, pero recalcó en su intervención de 35 minutos que el «homicidio doloso» no fue premeditado. Y se detuvo en el delito de agresión sexual, que abriría la puerta a la prisión permanente revisable si lo considera el jurado (cinco hombres y cuatro mujeres). Para Carlos Alcázar, «no hubo violación» porque la presencia de esperma en la cavidad vaginal de Teodora se debió a las relaciones sexuales que, según el letrado, mantuvieron la noche antes. «No hay daños en la vagina ni en las piernas», y rechazó que José asfixiara a la víctima a la vez que la violaba.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete