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Bécquer, Toledo y los ojos verdes

El inventor de la leyenda toledana como género específico se enamoró de Alejandra, la hija de unos claveros que sirvió en su casa, la del famoso laurel

El laurel que plantó Bécquer sigue vivo

Casa del Laurel, en Toledo, donde el poeta vivió más de un año

ANTONIO LÁZARO

Toledo

Vuelvo a Gustavo Adolfo una y otra vez. En realidad, nunca me alejo demasiado de él. Frecuento sus rimas, sus cartas, sus artículos, sus leyendas: nunca me cansan, siempre me dicen algo nuevo. Habito en el casco histórico de Toledo, cerca de donde él habitó ... y de los escenarios de sus aventuras y visiones. Cuando en invierno me pongo mi capa labriega y me interno en el laberinto de los Cobertizos, siento como si, huéspedes de la niebla, él caminara junto a mí. Más aún: como si la capa nos acogiera a ambos. Camino nimbado de Bécquer.

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