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TO-21, kilómetro 6: la desoladora imagen de biondas y señales de tráfico rotas a la espera de una solución

Las piezas llevan meses destrozadas a causa de los accidentes de circulación

Una señal de tráfico rota y abandonada en una intersección

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Varios conos de señalización sobre la carretera advierten al conductor de que se encuentra en una zona donde tiene que circular con cuidado. Si no va con precaución al volante, puede ocurrirle lo que le sucedió, el pasado viernes por la noche, al último vehículo que ha sufrido un accidente en ese punto: su conductora acabó subida a la rotonda. Se trata del kilómetro 6 de la TO-21, a la altura de un gran nudo de carreteras que da acceso a Toledo entre los barrios de La Legua, Valparaíso y Vistahermosa.

Los soportes de las biondas arrancadas son un peligro para los motoristas

Los accidentes de tráfico que han ocurrido en los últimos meses en esa zona han dejado una imagen desoladora: barreras de seguridad metálicas (biondas) y señales de tráfico rotas y tiradas por los suelos. Están destrozadas, abandonadas en las cunetas, sin que ninguna administración las recoja ni tampoco arregle los desperfectos.

«Pasa el tiempo, hay accidentes y no ponen soluciones» , se lamenta un conductor que circula a menudo por ese enclave. «El accidente del viernes probablemente se debió a que el conductor no vio la señalización, un ceda el paso, porque estaba tumbada en el suelo y a que las biondas en ese tramo tampoco están instaladas», conjetura.

A todo eso se añade que los soportes que están desprovistos de los guardarraíles arrancados se convierten en un arma latente y dañino para los motoristas, si tienen la fatalidad de caer en esa zona.

Guardarraíles abandonados en la rotonda del kilómetro 6 de la TO-21

Esta situación de abandono sucede en una rotonda y unos accesos que tienen tres propietarios, dependiendo de la infraestructura. Por un lado, la glorieta es responsabilidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; por otro, la vía urbana de la TO-21 que empieza y acaba en la rotonda, del Ayuntamiento, como así lo anuncian dos carteles. Finalmente, la prolongación de la TO-21 hasta el puente del Guadarrama es competencia del Ministerio de Fomento.

No obstante, desde el Consistorio toledano habían puntualizado en un principio a ABC que el tramo que une la rotonda del kilómetro 6 y la glorieta de Valparaíso, y que forma parte de la TO-21, no era responsabilidad suya, aunque el Ayuntamiento iluminó la calzada en ambos sentidos hace tiempo. Luego confirmaron que la rotonda sí es propiedad del Ministerio de Fomento y el tramo en cuestión, de responsabilidad municipal.

En cualquier caso, y debido igualmente a sucesivos accidentes de tráfico, los desperfectos de la TO-21 a lo largo de la vía urbana hasta la intersección con la A-42 (autovía Madrid-Toledo) también son evidentes en los guardarraíles. En este tramo de cinco kilómetros, varios pivotes de plástico de blancos y amarillos advierten del peligro, como sucede en el kilómetro 9,500, mientras que uno puede contemplar, cuando circula en su coche, la acumulación de una decena de neumáticos abandonados en las medianas... a la espera de que alguien también actúe.

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