Reig Jofre: aquello que nació en la trastienda de una farmacia de Barcelona

Hoy, «Reig Jofre es la quinta farmacéutica española por cifra de negocios (cotiza en Bolsa desde 2015), centrada en la investigación, el desarrollo, la fabricación y la comercialización de productos farmacéuticos y complementos tradicionales», informaron en un comunicado. Por dar un dato: esta empresa familiar fabrica el 14 por ciento de los antibióticos que se consumen en España.

En realidad, Reig Jofre es un transatlántico con cerca de 1.000 empleados (actualmente son 974, más de la mitad mujeres) y presencia en 67 países. Mientras, los trabajadores se reparten en las cuatro plantas que tiene la empresa: dos en Toledo, una en Barcelona y otra en Malmö (Suecia). Las de Toledo agrupan a unos 330 empleados, más de un tercio del total. En total, en la ciudad imperial Reig Jofre ocupa una superficie construida de 15.200 metros y está especializado «en el desarrollo y fabricación de antibióticos betalactámicos (penicilinas y cefalosporinas)».

La empresa aterrizó en Toledo en el año 2000 cuando compró la fábrica a GSK. Entonces había 117 empleados y hoy son casi el triple. En la última década, la compañía ha invertido 21,5 millones de euros en las plantas de la ciudad; 15,4 en los últimos tres años. Ahora, con esta inversión de diez millones se prevé que la empresa pueda aumentar su plantilla en 30 ó 40 personas.

La ampliación de la producción servirá «para crear una nueva línea especializada en antibióticos derivados de la penicilina, gracias al acuerdo con la compañía Qilu Pharmaceutical», una compañía china. En concreto, la nueva línea, dotada con tecnología de última generación, producirá «medicamentos inyectables estériles de uso hospitalario». El próximo reto de Reig Jofre es abordar el mercado de Estados Unidos durante el año que viene.