«Jule» limpia la paleta y descubre colores «completamente nuevos»

En 2008 decía «Jule» que la edad te vuelve más reflexivo, y «posiblemente es el momento de pintar tus grandes obras». Entonces tenía 70 años, pero no lo parecía y, ahora, diez años después (tampoco lo parece), esa reflexión le ha hecho vivir una transición que culmina ahora con el disfrute de la existencia , apartando un poco de sí el surrealismo filosófico y de crítica social o política. «Lo que he hecho es decir: voy a limpiar mi mente y me voy a dedicar a pintar divirtiéndome . Es una exposición muy colorista y he colocado muy separados los cuadros para que no se hagan competencia entre ellos y no saturen de color al espectador», explica a ABC.

La pasión de «Jule» por el género femenino continúa en esta nueva etapa; de ahí lo de Dulcinea en el título de la muestra. Pero al eterno femenino le acompaña un Arca de Noé de donde saltan multitud de «animalitos» , algo «muy divertido», un toque ecologista y algo «bosquiano» con el que rememora su antigua vida en pleno campo -antes de que le llamaran las campanas del Casco Histórico toledano-, una especie de «paraíso» donde crecieron sus hijos jugando con pavos, gansos y gallinas americanas multicolores.

«Lo que mayormente he variado ha sido la paleta; he limpiado la paleta y he encontrado colores completamente nuevos. Me dije, voy a limpiar mi mente y me voy a dedicar a pintar divirtiéndome », afirma. De este nuevo «Jule» apolítico y ecologista ha salido una pintura muy alegre: «La gente va a salir llena de color, de ideas, me han salido cosas que ni sospechaba. Como decía Picasso, yo no busco, yo encuentro . Es una búsqueda y ha sido un cambio muy interesante. Estoy disfrutando más que en toda mi vida pintando».