La Iglesia dictó 14 causas de nulidad matrimonial, trece a favor

Así lo ha declarado Martínez a preguntas de los periodistas, tras el acto de apertura del Año Judicial , que ha presidido el arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez.

El vicario judicial de Toledo ha indicado que la media de causas introducidas en primera instancia en los tribunales diocesanos de Toledo en 2015 «se mueve más o menos en la media de los últimos años», si bien ha observado que, en lo que va de año, ya se han introducido siete.

El vicario judicial ha relacionado esta cifra con la reforma del proceso de declaración de nulidad promovida por el Papa Francisco que pone fin a un procedimiento de hace 300 años, con la introducción de un proceso breve y gratuito para poder conseguirla.

Así ha destacado que, en el caso de que una causa de nulidad se resuelva en primera instancia, la sentencia, para la que hasta ahora había que esperar un año y medio, con la reforma podrá tenerse en un año, y, para el caso del «procedimiento breve», aquel en el que es el obispo diocesano el competente que dictar el fallo, «podemos estar hablando de un mes», ha precisado.

Precisamente, de los diferentes aspectos jurídicos y canónicos de la reforma del proceso de declaración de nulidad ha versado la disertación que ha realizado, con motivo de la inauguración del Año Judicial 2016, el vicario judicial del Arzobispado de Madrid y decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástico San Dámaso, Roberto Serres.

Serres ha expuesto las principales novedades que introduce esta reforma con el fin de favorecer la proximidad de los jueces a los fieles, entre las que ha destacado, por ejemplo, que, en el caso de que no haya suficientes sacerdotes, se puede formar un tribunal compuesto por un clérigo y dos laicos e, incluso, un tribunal único constituido por un clérigo.

En cuanto a las normas para favorecer la celeridad de las causas, el vicario judicial de Madrid ha citado la supresión de la necesidad de la doble sentencia conforme para que sea ejecutiva la nulidad y el procedimiento breve ante el obispo, en cuyo caso los dos miembros del matrimonio para el que se pide la nulidad tienen que estar conformes y argumentar «los mismos capítulos» (razones).

En cuanto a la novedad de la gratuidad de los procesos, Serres ha destacado que la finalidad del Papa es «acortar la distancia entre los fieles y los jueces» y la base para la gratuidad es que el inicio de un proceso de nulidad "es un causa de naturaleza espiritual".

Tras la alocución del vicario judicial de Madrid, el arzobispo de Toledo ha dado por inaugurado el Año Judicial 2016 con unas palabras en las que ha subrayado que «la familia es una de las principales preocupaciones del Papa Francisco», que ha seguido el ejemplo de sus antecesores.

Monseñor Rodríguez ha resaltado que la Iglesia siempre ha mirado a la familia, "no sólo como cuna de la Humanidad sino también como cuna de la evangelización", pero también "es consciente de las sombras" que acechan a esta institución.

Y, en este contexto, ha afirmado que, aunque en la mayoría de los casos, «la familia es fuente de felicidad, también puede ser un lugar de dolor, sufrimiento y hasta muerte».

Además de las causas de nulidad introducidas en primera instancia, el Arzobispado de Toledo ha facilitado también las de segunda instancia (las que se producen cuando algún cónyuge recurre), habiéndose introducido en este caso un total de 23 causas: 6 en Albacete, 15 en Ciudad Real, y 2 en Sigüenza-Guadalajara.

Las razones invocadas tanto en primera como segunda instancia han sido, en primer lugar, «grave defecto de discreción de juicio» (no saber o no querer contraer el vínculo matrimonial), la incapacidad para asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por causa de naturaleza psíquica y exclusión de algunas de las propiedades esenciales del matrimonio.

Al acto de inauguración del Año Judicial del Arzobispado de Toledo han asistido diversas autoridades civiles, académicas y militares, entre ellas el presidente de la Audiencia Provincial de Toledo, Manuel Gutiérrez Caro, y el subdelegado del Gobierno en Toledo, Fernando Sanz.