Historia de una foto con Serrat

«Definitivamente, la climatología se la tiene ‘jurada’ al concejal delegado de festejos, Juan José Pérez del Pino», publicó el periódico Ya dos días más tarde. El mal fario del joven edil (29 años entonces) se confirmaba, ya que, un mes antes, una Fiesta de la Primavera tuvo que ser retrasada una semana debido a la inclemencia del tiempo.

«Yo no he mandado a mis cantantes a luchar contra las tormentas», respondió el resuelto edil, que parafraseó a don Juan de Austria cuando le preguntaron tras anunciar la suspensión del concierto de Serrat.

Pérez del Pino fue el concejal de Festejos durante una legislatura, entre 1983 y 1987, aunque sin percibir un sueldo. Él se ganaba su jornal como responsable de Administración y Personal en el Colegio Universitario de Toledo.

De aquel aplazamiento por una causa de fuerza mayor hay una fotografía en color, de un autor desconocido. En ella el cantante y el edil tienen un gesto contrariado en sus rostros mientras Serrat contesta las preguntas de un periodista. «¡Qué mal rato pasamos! Estábamos en la enfermería de la plaza y teníamos esas caras porque acabábamos de comunicar la suspensión», rememoraba el concejal en su despacho esta semana, con la fotografía delante.

«El concierto iba a ser en la plaza de toros y el escenario tenía una tela verde, que lo cubría. Esa tela se rompió, se hizo añicos por una tormenta de viento. También empezó a llover de manera intermitente y el agua del escenario lo tuvieron que quitar con cepillos. ¡Llegamos a abrir y cerrar las puertas para que entrara el público hasta tres veces!», relata el edil.

Con la plaza casi llena, a las once y veinte de la noche la voz en off del periodista José María Lorente Villarreal , Popi , anunció la suspensión del concierto. «No había más remedio», asegura el concejal.

Instantes antes de tomar la fotografía en la que aparece con Serrat, Pérez del Pino recuerda que el cantante le acababa de decir: «Yo, si tú quieres, me pongo una gorra y salgo a cantar». El concejal le respondió: «Que salgas a cantar con no sé cuántos kilovatios de luz y otros tantos de sonido, te pase algo y me cuelguen a mí...». El Ayuntamiento ofreció recuperar el dinero de la entrada o guardarla para el concierto que Serrat iba a dar el 30 de agosto.

¿Cómo se lo tomó el público? «Estupendamente, me sorprendió —rememora Pérez del Pino—. Esperaba otra reacción, si bien la gente entendió que no se podía desarrollar ese espectáculo». Según la edición del periódico Ya del 19 de junio de 1984, la suspensión del concierto se anunció entre «las protestas de unos y la comprensión de los más». Incluso algunos intolerantes llegaron a arrojar almohadillas desde la grada hacia el público que había en el ruedo.

Serrat cobró un millón de pesetas, de los 2,5 que iba a costar la actuación, porque el escenario ya estaba montado. No obstante, el cantante descontó un 20 por ciento del caché que cobró el 30 de agosto. Este concierto se desarrolló según lo previsto, al igual que sucedió con su segunda actuación en Toledo, en 1986.

Pero en aquella ocasión se subió a un escenario levantado en el campo de fútbol «Salto del Caballo», que era todavía de tierra. También actuaron ese año Isabel Pantoja, Ana Belén y Víctor Manuel . «Fueron los últimos conciertos antes de plantar el césped que sigue todavía», apostilla Pérez del Pino, que es el actual concejal de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Protección Civil, y de Deportes.

Él acudirá este sábado a la plaza de toros para escuchar el concierto de Serrat. Irá acompañado de su mujer, Carmen, y también llevará en el bolsillo esa fotografía en la que aparece con Serrat. «A ver si se acuerda y me la firma », desea el edil. Y casi seguro que tareará a Serrat: «Todo pasa y todo queda...».