La Cornisa, primer barrio de Toledo que contará con biblioteca vecinal

La idea le vino a José María durante otro encierro, en este caso no carcelario, sino domiciliario. Fue con la pandemia del coronavirus, durante uno de los periodos de confinamiento del estado de alarma, cuando se le ocurrió dar un nuevo uso a la sede de la Asociación de Vecinos La Cornisa . Ésta, que se ubica en la Torre del Hierro , un torreón del siglo XII restaurado por última vez en 2019 y perteneciente al recinto medieval defensivo del sur de la ciudad de Toledo junto al río Tajo, en el Paseo del Barco Pasaje, se convertirá pronto en la primera biblioteca vecinal del Casco histórico.

«Como barrio, tenemos el derecho y el deber de acercar la cultura a nuestros vecinos», asegura el presidente de la asociación vecinal, que se queja de que muchos socios y habitantes, al ser mayores y con menos movilidad, no tienen acceso a ello porque la biblioteca más cercana es la de Castilla-La Mancha, en el Alcázar de Toledo . Por eso, en la primera reunión de la junta directiva celebrada durante la pandemia, José María planteó su idea, que obtuvo el visto bueno de los socios y se decidió destinar una partida económica en los primeros presupuestos de 2020.

La decisión salida de esa reunión se hizo pública y, para sorpresa de todos, la noticia corrió como la pólvora y mucha gente comenzó a donar libros para llenar las estanterías de la futura biblioteca vecinal de La Cornisa. «Ha sido todo un éxito», afirma José María, que informa de que cuentan ya con unos 1.500 ejemplares cedidos por particulares y por instituciones, por lo que tendrán que ampliar el mobiliario de la sede. Entre ellos, el presidente de la asociación destaca la generosidad de Javier Manzano Fijó , escritor local y vecino del barrio que ha regalado toda su obra y que presentó allí hace poco su último poemario, ‘La alegría de Aníbal’.

Ese es el primer paso, pero después tocará clasificar todos los volúmenes por géneros literarios, además de crear un sistema de registro para todos los usuarios que quieran coger prestado uno de esos 1.500 libros. Además, según cuenta José María, comprarán un ordenador y una impresora láser para crear los carnés de socio de la biblioteca, e incluso podrán escanear y sacar fotocopias de manera gratuita. Para que la rueda comience a rodar, están recibiendo el asesoramiento técnico de especialistas en la materia de biblioteconomía y documentación que, de manera voluntaria y altruista, se han prestado a colaborar en este bonito proyecto.

«Va a ser una experiencia muy bonita», se aventura a decir el presidente de la Asociación La Cornisa, que expresa que su «mayor satisfacción sería que los vecinos del barrio, gran parte de ellos personas mayores de clase trabajadora y que han tenido muy poco acceso a la cultura, puedan acercarse a la biblioteca y se aficionen al hábito de la lectura». ¿Quién sabe si alguno de ellos leerá ‘Los miserables’? Quizá de ahí salga otro nuevo proyecto de vida, como el de Jean Valjean, Melchor Marín o José María Redondo.