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ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Del tiempo y sus caminos (30): Retiro del emperador. Carlos V en Yuste

«Su vida, nutrida de humildad, pudo darle la fuerza necesaria para esperar la muerte en la esperanza de una eternidad»

POR BEATRIZ VILLACAÑAS

Las visitas que he hecho al Monasterio de Yuste han sido estímulo para la meditación , que, en este caso, gira alrededor de la llamada vida contemplativa. La belleza del monasterio, creado en el siglo XV, aunque reconstruido, cala hondo y hace volar el ... pensamiento a la época en que el emperador Carlos I de España y V de Alemania y el Sacro Imperio Romano Germánico, tomó la decisión de abdicar y dar los últimos pasos del camino de su vida en soledad y silencio , tal como San Jerónimo y su Orden monástica lo hicieron. En Carlos V, una vida de acción y poder noblemente ejercidos llegó a su fin con el anhelo de la paz contemplativa, de la paz espiritual alejada de lo mundano. Mucho es lo que me sugiere este retiro, pues la extraordinariamente activa y fructífera vida del emperador pudo enriquecerse aún más con el abandono del poder y la total entrega a una espiritualidad liberada de los afanes terrenales. No se aferró a su altísimo poder el emperador, algo excepcional, pues abandonar el poder no suele hacerlo quien lo ostenta o lo detenta . De emperador pasó, en su vida retirada, a ser ermitaño, y su vida, lejos del llamado mundanal ruido, nutrida de humildad, pudo darle la fuerza necesaria para esperar la muerte en el sosiego y la esperanza de una eternidad que aguarda y nos rescata.

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