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José Ángel Cilleruelo

El poeta en su diario

Amador Palacios traduce al autor portugués

POR JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO

También en la historia de la poesía portuguesa la fecha de 1927 se ha convertido en un hito. Aquel año de celebraciones gongorinas en España, en Portugal aparecía una revista, Presença , que acabó por vertebrar desde Coimbra la generación central del siglo XX. ... Esta coincidencia sin embargo resulta meramente cronológica, pues presenta sentidos poéticos radicalmente opuestos. Mientras en el 27 español se sitúa el punto de apertura de la tradición poética hacia la vanguardia, el 27 portugués señala el momento en el que la poesía le cierra la puerta a la vanguardia —la seguida por la generación anterior, la de Fernando Pessoa— y se rearma de tradición. De hecho el ámbito intelectual de Presença tiene más elementos en común con el 98 que con las ideas de sus coetáneos españoles. En 1927 Miguel Torga , que aún no había decidido adoptar este seudónimo, tenía 20 años y era un estudiante que aspiraba a entrar en la Universidad. Su paso por la revista fue breve, aunque la huella que dejó en la época resultó bastante más intensa. No era Torga sin embargo amigo de grupos y comunidades. Desde el principio sabía que la suya era una senda no transitada: «Dejen pasar al que va en su camino». Es el verso inicial de su Diario y emblema de un arte poético solitario, «Que va lleno de noche y de desgarro».

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