Suscribete a
ABC Premium

ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Lugar para el reencuentro (89): La vertical firmeza de los acantilados

«En lo sublime hay siempre algo que nos sobrepasa, y no pocas veces nos produce a un tiempo admiración y miedo»

Acantilados de Moher (Irlanda)

POR BEATRIZ VILLACAÑAS

La naturaleza no escatima manifestaciones sublimes. Junto con lo bello, lo sublime es un regalo para nuestros ojos, aunque en el caso de lo sublime, se nos ofrece un regalo gigantesco que nos pone en contacto con nuestra propia pequeñez . Pues en lo ... sublime hay siempre algo que nos sobrepasa, y no pocas veces nos produce a un tiempo admiración y miedo. No un miedo a lo horrible, sino un miedo que es, en esencia, sobrecogimiento ante algo tan grande (y no solamente por dimensiones físicas) que nos desborda. Fuera del ámbito de la naturaleza, lo sublime se encuentra en el arte, como una pintura del Greco, una composición de Bach, l a arquitectura de una catedral gótica , la literatura en sus distintas manifestaciones, como el drama y la poesía. Lo sublime está ligado a la altura, no necesariamente física, pues un sobrio templo románico puede ser sublime igualmente: la altura de lo sublime es, en esencia, de carácter espiritual.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia