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ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Diario de Santo Tomé (5): Penélope de sombras

«La familia entera la cuidaba con amor y ternura y la defendían del agresor que le iba robando la vida»

H. BARRERO

POR HILARIO BARRERO

Cuando era joven, los ojos encendidos, la piel en primavera, la palabra abrasada, decía medio en broma, mientras cambiaba los pañales a alguno de sus hijos: «Cuando sea viejecita, después de toda la guerra que me habéis dado, me llevaréis al asilo. Lo sé». En ... otras ocasiones, sin embargo, les preguntaba: «Si un día fuerais por una calle y vierais que un malhechor me atacaba, ¿qué haríais?». «Te defenderíamos», contestaban. «En esto -decía feliz y orgullosa- se ve la fuerza de la sangre ». Pasaron los años, sus ojos se fundieron como se derrite la nieve al encontrase con el sol, el lujo de su pelo se marchitó, el esplendor de su piel palideció, la gracia de su palabra se llenó de silencios , el teatro de sus gestos se encarceló de sombras, su cuerpo se quedó inmóvil como un árbol atravesado por una flecha venenosa, como un pájaro con las alas de seda , un río con las orillas llenas de ortigas, una hoguera de cieno. Su sombra se lleno de agua y cieno.

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