Francisco Cerro, arzobispo de Toledo: «Todos somos hombres y mujeres de poca fe y quizá, de menos esperanza»
El prelado ha presidido la misa de la Pascua de Resurrección en la catedral de Toledo
Toledo proclama la Pascua tras el encuentro del Resucitado con la Virgen de la Alegría

Tras finalizar la procesión del Domingo de Resurrección que culminó con el encuentro entre el Resucitado y la Virgen de la Alegría, la catedral de Toledo abrió sus puertas para acoger la misa de la Pascua, solemnidad con la que se puso fin a la Semana Santa. Una celebración, que estuvo presidida por el primado de España y arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, que centró sus palabras en las tres actitudes que se desprenden del encuentro entre el Resucitado y María Magdalena, figura bíblica clave en la narrativa de la Resurrección.
Monseñor Rodríguez destacó que María Magdalena es la «búsqueda del que ama en la noche». «Tiene poquita fe. De hecho, tiene tan poquita fe que lo que va buscando es un cadáver. Ella no va buscando un Resucitado», afirmó, a la vez que añadió que «todos somos hombres y mujeres de poquita fe y quizás, de menos esperanza».
El prelado prosiguió que, tras esa búsqueda, María Magdalena encontró al «amor del alma mía al que ya no dejaré jamás». «Esa es su actitud. Va buscando en la noche con encontrarse con quien la había cambiado». Por lo tanto, indicó, «es una mujer agradecida que busca, en su crisis de fe, un amor que agradecer. Esa es María Magdalena, un amor que agradece desde su pobreza y su pequeñez».
En segundo lugar, destacó el «llanto». «María Magdalena se pone a llorar porque cree que ha perdido al amor de su vida». Es entonces, afirmó, cuando Jesús la llama «mujer» y «María» y «ella le reconoce, se lanza y le agarra porque no puede vivir sin él. Quien vive sin él es porque no le han conocido», sentenció.
Por ultimo, resaltó que la actitud de María Magdalena es la de la mujer que se hace apóstol. «Ella es la primera testigo de la Resurrección. En esto dice mucho de Jesús y su profundo amor hacia las mujeres, que siempre las quiso, las respetó y las hizo nada más y nada menos, que del acontecimiento histórico más importante, siendo las primeras discípulos».
A la misa asistieron el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, junto a miembros de la corporación municipal, el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, además de autoridades civiles, militares, judiciales y decenas de fieles.
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