El arzobispo de Toledo destaca el valor de la vida: «No se puede jugar con ella provocando guerras e incendios»

Monseñor se ha dirigido a los fieles para recordar el Evangelio y la visita de la Virgen a su prima Isabel: «Fue la primera procesión del Corpus Christi de la historia, María en su seno lleva a Jesús y visita a su prima Isabel«, ha comentado Cerro, para añadir que »solo seremos felices en la medida en que creamos en el amor de los amores que es Jesucristo«.

Asimismo, el primado de España ha destacado el valor de la vida. «Si hay algo con lo que no se puede jugar es con la vida», ha dicho en relación a «los que juegan con la vida provocando guerras, provocando incendios, provocando tantas y tantas cosas«.

«María nos enseña que no juega con la vida. María es la mujer de la vida. Es la que se abre a la vida. Es la que vive siempre con los sentimientos del corazón de Cristo porque es la mujer nueva que está convencida de que realmente el amor de Dios se manifiesta a través de la vida«, ha explicado el prelado, para recalcar que María »vive lo que se llama hoy en filosofía y en psicología, la lógica del don. Ella vive entregando su vida«.

En la celebración de la eucaristía han participado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; junto a la portavoz del Ejecutivo regional, Esther Padilla, y el delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Álvaro Gutiérrez. También ha asistido el alcalde, Carlos Velázquez, y la vicealcaldesa, Inés Cañizares, así como ediles y concejalas de la Corporación municipal.

En clave provincial, la presidenta de la Diputación, Concepción Cedillo, se ha sumado a la celebración, así como el vicepresidente Joaquín Romera; la diputada nacional del PP Pilar Alía y el senador 'popular' Vicente Tirado, han sido otros de los representantes públicos que se han sumado a la celebración, además del presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez.

En este protocolo también se encontraban autoridades militares y representantes de la sociedad civil toledana. La eucaristía finalizaba con el himno a la Virgen del Sagrario, tras la procesión de la imagen por las naves de la Seo Metropolitana, interpretado por la capilla musical diocesana.