HORIZONTE XXII
Las energías renovables, una firme apuesta contra la crisis
Según Horizonte XXII, la región debe ser competitiva y sostenible
TOLEDO
La coyuntura socioeconómica actual, de crisis económica y financiera, junto con el nuevo orden económico y social mundial, llamado globalización, supone un reto, y a la vez, una oportunidad no solo para España, sino también para Castilla-La Mancha. Aprovechar esta situación para generar nuevas oportunidades e introducir los cambios necesarios para que la región pueda adaptarse a los retos que plantea este nuevo escenario global, supone replantear la visión que la región tiene de sí misma así como del futuro al que aspira.
A pesar de haber experimentado una evolución positiva en términos de crecimiento y desarrollo económico en los últimos 30 años, Castilla-La Mancha debe abordar urgentemente la mejora de su competitividad para afrontar con éxito las nuevas reglas del juego que impone la globalización, caracterizada, entre otros elementos, por un fuerte desarrollo del comercio internacional, la conexión global de mercados y la entrada de nuevos países competidores (las denominadas economías emergentes).
Según un estudio realizado por Horizonte XXII, la alta competitividad de los mercados internacionales, unida a las ventajas para competir derivadas de los menores costes con los que producen las economías emergentes, supone un riesgo para la supervivencia del actual modelo productivo de la región, que presenta una serie de limitaciones como son la baja productividad; oferta de bienes y servicios poco sofisticada; presencia de sectores en declive o sometidos a fuertes restricciones; sector empresarial caracterizado por un reducido y niveles aún incipientes de innovación y cambio tecnológico.
Entre los principales puntos fuertes de la región destaca el sector agroalimentario; oportunidades en sectores de futuro como es el caso del turismo, los servicios empresariales o las tecnologías de la información, entre otros; sectores emergentes en desarrollo (energías renovables y la aeronáutica) y la tecnología.
Otros retos que debe alcanzar Castilla-La Mancha, aparte de ser competitiva y sostenible, es consolidar el tejido empresarial existente y apostar definitivamente por el emprendimiento y por el desarrollo del talento como herramienta clave del futuro; repensar la marca-región exterior e interior; fomentar una mayor participación de la sociedad y generar una nueva fase en la gestión pública.
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