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OPINIÓN

Tierras vivas, tierras ultrajadas

«Si don Quijote volviese a cabalgar por estos campos, no iría en busca de molinos sino de esos gigantes metálicos invasores, disfrazados con traje de mineros»

Encinar afectado

POR PEDRO A. GONZÁLEZ MORENO

Primero fueron el pico y la maza, y después los barrenos , que abrieron túneles de sombras por donde fue tejiéndose el sueño subterráneo de los estibadores. Y a lo largo de siglos horadaron el suelo en busca de hulla, de antracita ... , de cinabrio o de galena argentífera. Las ruinas de la antigua Sisapo en La Bienvenida, los poblados casi fantasmales de lo que fueron un día las minas de San Quintín o el Horcajo , o las galerías de Puertollano y Almadén , están ahí, hacia el oeste, como testimonio de la generosidad milenaria de estos suelos, fecundo vientre geológico de la vieja Iberia , gran ubre mineral de una tierra que ha sido minuciosamente explotada hasta el delirio.

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