Cristian Lázaro - OPINIÓN

Tiempos dislocados

(o el eclipsado ocaso de la libertad)

POR CRISTIAN LÁZARO

21/06/2016 a las 22:26h.

Tras tomar un refrigerio en el emblemático Catalino, mi amigo de la infancia, su sobrina y yo dimos una vuelta a la Vega y nos sentamos en un banco a mirar las estrellas . La sobrina daba un poco la murga, así que mi ... amigo le entregó su smartphone para que se entretuviese. Le puse mi mirada de «¿Qué estás haciendo?», lo captó «ipso facto», guardó el móvil y le contó un cuento para calmarla:

«La latente discordancia de Nunca Jamás ha hecho que los disconformes no puedan degustar un ocaso que sus ansias ya paladeaban . Peter Panparahoy se ha dislocado un brazo (mal augurio) y Wendy tendrá que ver a solas la puesta de sol. Nadie esperaba un eclipse tan largo. Ya no se sabe si el sol sale o se pone. No importa, Wendy se pone guapa de todas formas. No como los Niños Perdidos (o Extraviados) y felizmente encontrados, que llevan esas pintas cochambrosas deliberadamente. Porque, cuando nadie les ve, se ponen morados a marisco. Y siempre critican a Garfio (al que, a bote pronto, le ha salido un brote de soriasis) de los problemas de Nunca Jamás . Si está todo parado, culpa de Garfio. Si hay un temblor de tierra, culpa de Garfio. Si un coco cae del cocotero a mi cabeza, culpa de Garfio. Quieras que no, no interviene en tu determinación ni esparcimiento. Eso sí, hay que admitir que Smee , su singular contramaestre, se pasa que no veas con los impuestos de Nunca Jamás.

«Mientras tanto, Peter se recupera del brazo (una caída jugando al baloncesto). Y viene Campanilla con su varita mágica a tender puentes entre Garfio y Peter o a enfrentarlos más (según le dé), a la vez que rehúye a los Niños Perdidos. 'Es que dan un susto al miedo', dice Campanilla. Dado que Garfio hace barridos por Nunca Jamás cada x tiempo para reclutar nueva tripulación, siempre hay alguien que sube a su barco o algunos que se ponen en plan Club de los Poetas Muertos ('¡Oh capitán, mi capitán!'). Uno de los Niños Perdidos, envenenado, dice: «Todavía quedan unos cuantos a exterminar. Como vea a alguien siquiera poner el pie en el buque de Garfio… habrá sangre, lo prometo».

«Pero Garfio seguirá manejando su timón, Peter saldrá ileso después de la convalecencia y Campanilla hará gala de la concordia . Con que ya lo sabes, sobrinita: Por mucho que des la murga, a veces, no sirve para nada. Puede llegar a ser contraproducente. Es por ello que los Niños Perdidos no verán los tonos del crepúsculo, los fragores rojos, amarillo, violáceos… Y colorín no morado , este cuento se ha acabado».

Cuento que tanto la sobrina como yo estuvimos escuchando atentamente.