Shakespeare en estado Bieito

Forests resulta un espectáculo total , donde sobresale la impecable e impresionante labor actoral, sobre una escenografía límpida y excelentemente iluminada, en la que surgen o se mueven los símbolos del teatro shakesperiano y se hacen patentes las emociones, los sentimientos, la vida, la muerte, la tragedia, la risa, la violencia, el amor, la pasión, el poder, la alegría, en suma, el universo que llevó a las tablas de The Globe el genio de Stratford-upon-Avon.

La imaginación de Bieito da coherencia en Forests a un recorrido, sin trama narrativa, por la obra del inglés, pero con un profundo respeto al espíritu y la letra de los textos que elige. Los bosques que viven, no solo como lugares en los que sucede la vida o la muerte, copan el centro de la escena mediante un árbol enraizado a la tierra pero que también deja ver la angustia de su separación del vientre nutricio. El bosque vive, siente, consiente y participa en las huidas, los castigos, las redenciones o las pasiones desatadas de los humanos. De Arden a Dover, pasando por el conocidísimo bosque que se mueve de Birnam, en Macbeth, fluye la vida, o las etapas de la vida, con finales infelices. Y, junto al bosque, hay que considerar la música en directo como un personaje más de esta nueva visión del teatro musical , donde los monólogos, las escenas dramáticas, las canciones y los números musicales se yuxtaponen violentamente en un arroyo de poderosas imágenes sin argumento.

Forests atrapa por la fisicidad del espectáculo: el árbol, la tierra, el vacío, los cuerpos vestidos y desnudos, la metabolización o el intercambio de esquemas, de espíritu y de papeles. También seduce con el texto o collages de textos, que reduce a esencia la existencia humana, obviando lo banal y las circunstancias menores y actualizando la permanente relación de la naturaleza y el hombre.

La producción utiliza como lenguaje una combinación de inglés y catalán, con la consiguiente traducción en sobretítulos, lo que exige un esfuerzo sobrehumano al espectador avisado y un verdadero desconcierto a quien no sabe lo que va a ver cuando compra su entrada.

El reparto lo compone un elenco de actores y actrices excelentes, engarzando el buen hacer de la escuela inglesa y la catalana: Roser Camí, Hayley Carmichael, George Costigan, José Maria Pou, Christopher Simpson y Katy Stephens, a quienes se une Maika Makovski con sus interpretaciones musicales en directo. En una obra tan coral no sería justo destacar la altura interpretativa de unos u otros, aunque Pou, con su presencia y sin palabras, llena la escena.

En fin, el Rojas ha comenzado con un gran desafío la temporada y nos ha demostrado que el teatro y la cultura debieran estar por encima de los vaivenes de una sociedad que pierde el norte cada vez que se pone a contar euros de los presupuestos.