Retrato de la primera y única mujer miss España de Castilla-La Mancha
El escritor y periodistas Enrique Sánchez Lubián dedica su último libro a la única Miss España de Castilla-La Mancha. Es también el retrato de una época inolvidable y convulsa, que significó un leve paréntesis de libertad para la mujer
«Desde niño oí hablar en mi casa de Emelina. Mi madre me contaba el impresionante recibimiento que tuvo la miss en Alcázar de San Juan cuando fue elegida Señorita España. Fue una jornada grandiosa que aún se recuerda como una de las más emotivas ... de la historia local». Éste es el germen del nuevo libro de Enrique Sánchez Lubián que, bajo el título «Emelina, la belleza que alumbró a la República», ha sido publicado por la Biblioteca de Autores Manchegos de la Diputación Provincial de Ciudad Real.
Como ya hiciera en sus libros sobre Francisco Machado, -el hermano de los Machado que fue subdirector de la prisión provincial de Toledo-, también en el dedicado a el concejal comunista Julián Besterio o en sus investigaciones periodísticas como la realizada a la figura de Alfredo van den-Brule y Cabrero, el último alcalde de la monarquía de Alfonso XIII en Toledo, Sánchez Lubián vuelve a sorprender con la primera obra literaria publicada sobre los orígenes de los concursos de belleza femeninos en España. Y lo hace rebuscando en la historia de la única mujer que representado a algunas de las provincias que hoy conforman Castilla-La Mancha ha triunfado en el certamen de Miss España. Emelina Carreño Pareja, natural de Alcázar de San Juan, que en enero de 1931, fue elegida Señorita España en la tercera edición de este certamen de belleza celebrado en este país, es la excusa perfecta para trazar un dibujo de una época en la que las mujeres adquirieron un gran protagonismo social, cultural y político, con avances como el voto femenino y la ley del divorcio, que gracias a una nueva Consitución, aprobada el 9 de diciembre de 1931, en el que se detallaban los derechos de las mujeres. «Todos los españoles sin distinción de sexo, son admisibles a los empleos y cargos públicos según su mérito y capacidad, el matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos y podrá disolverse por mutuo disenso o petición de cualquiera de los cónyuges...». Fueron años de alegría, de cambios y también convulsos, que llevarían a España a teñirse de sangre con la Guerra Civil y de oscuridad con la larga dictadura de Franco.
REPUBLICANA EN TODO. Unos meses antes, en enero de 1921, cuando Emelina Carreño fue elegida Miss España, tal y como relata en su introducción Enrique Sánchez-Lubián, su reinado de la belleza acaparó portadas de periódicos y de revistas, alternando su protagonismo con las artistas de cine, del teatro, de la canción, pero también de aquellos políticos y militares que conspiraban para derrocar a Alfonso XIII y luchaban dar un cambio radical al régimen político gobernante en España.
Y mientras tanto, una jovencita de 18 años de Alcázar de San Juan, que se defenía como republicana en todo y partidaria de Alcalá Zamora, era proclada Señorita de España en Madrid. Era la tercera ganadora de este peculiar certamen de belleza que en 1929 trajo a España Torcuato Luca de Tena, fundador y director del diario ABC. Fiel a sus convicciones, Emelina se negó a asistir a una recepción que el rey Alfonso XIII, que sólo unos meses después marcharía al exilio tras el alzamiento de la II República, celebró en el Palacio Real.
En Alcázar de San Juan su elección fue todo un acontecimiento y tuvo recibimientos multitudinarios. Tras la sesión de cine, en el Círculo de la Unión se supo ese mismo día que Emelina había sido la ganadora del concurso de belleza. En la imprenta de Arturo Castellanos se hizo un bando invitando al vecindario a que preparase a un gran recimiento para el martes 27 de enero, un día después de la elección. Se llegó a declarar, incluso, la jornada de asueto escolar. Miles de vecinos y grandes ramos de flores la esperaban a su llegada desde Madrid en tren, con todas las autoridades civiles y militares. Un almuerzo en el Ayuntamiento y hasta una fiesta con orquesta son algunos de los momentos que se recogen en el libro con fotografías de aquellos días en las que se puede apreciar el recibimiento efusivo que recibió la joven al llegar a Alcázar de San Juan.
En las semanas siguientes esta joven manchega, trabajadora de un taller de costura, vio como su rostro era portada de los principales diarios españoles y las más populares revistas gráficas. Se convirtió en la nueva Dulcinea de la Mancha y como tal le dedicaron poesías, romances, cartas de naipes, cromos, láminas de calendarios e, incluso, un pasadoble.
Acompañada de sus padre marchó a París para competir en el concurso de Miss Europa, donde no triunfó. Pocos meses después de su gran aventura, Emelina abandonó Alcázar de San Juan, para trasladarse a Madrid porque su padre consiguió un trabajo como conserje-repostero en la Casa de la Mancha. Tuvo ofrecimientos para ser modelo, pero los rechazó y trabajó en su profesión de costurera. Se casó con Antonio Sánchez Martínez y no tuvo hijos. Falleció el 21 de enero de 1999, con 87 años. Actualmente, cuenta Sánchez-Lubián, sobreviven dos hermanas suyas, Araceli y Amelia, quienes coinciden al afirmar que Emelina no dio excesiva importancia a sus triunfos en los concursos de belleza, que consideraba cosas de juventud.
El propio autor aclara que su libro «no sólo aborda la figura de Emelina y cómo se desarrolló su reinado de la belleza, sino que utilizando su figura como elemento trasversal se abordan otras cuestiones, como la valoración de la belleza, como nuevo elemento de modernidad e independencia de la mujer en los años veinte y treinta. La incorporación de nuevos patrones femeninos, representados en lo que dio en llamarse la Eva Moderna, mujer urbana con mayor protagonismo y reconocimiento social».
EL INICIO Y DESARROLLO DE LOS CONCURSOS DE BELLEZA. Sánchez Lubián aborda en su libro la génesis de estos certámenes, cuya primera edición se celebró en 1929 promovida por ABC. Se abordan también los debates sociales que provocó su convocatoria y el boom que tuvieron los concursos en esos años, especialmente durante la II República, que puede ser calificada como la Edad de Oro de los concursos de belleza. El libro va acompañado de una amplia documentación gráfica, incluido un DVD con un documental cinematográfico del acto de elección de Emelina. Esta película es, posiblemente, uno de los testimonios visuales más antiguos que se conservan sobre estos concursos en España. Desde 1931 la película ha permanecido en los almacenes de una antigua sala de cine de Alcázar de San Juan, que en este año habría cumplido cien años (lleva varios cerrado). Muchas de las fotografías del libro son inéditas o desconocidas. La restauración y digitalización de la película ha sido financiada por el Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan. Hasta ahora no había ninguna publicación donde se abordase de forma amplia el origen de los concursos de belleza en España. La presentación de «Emelina, la belleza que alumbró a la República» tendrá lugar el próximo día 17 de diciembre, a las ocho de la tarde, en el Teatro Municipal de Alcázar de San Juan. n
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