«El parque de Puy du Fou de Toledo me ha quitado el sueño pero no la ilusión»

—El camino hasta la puesta en marcha del espectáculo «El Sueño de Toledo» no ha sido fácil. Han sido varios los representantes empresariales, asociaciones y colectivos de Toledo, orquestados bajo la plataforma «Queremos saber la verdad sobre Puy du Fou», los que han mostrado su oposición a este proyecto. Llegaron a interponer, incluso, un recurso que aceptó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, pero no se llegó a nada. ¿En algún momento pensó en tirar la toalla?

—Nunca lo pensé porque eran muy pocas personas las que nos mostraron una hostilidad impresionante. La inmensa mayoría de los toledanos y castellano-manchegos de todos los ámbitos de la sociedad siempre nos transmitieron su entusiasmo y apoyo moral. Con perseverancia, las cosas salen.

—De todo lo que se dijo, ¿qué es lo que más le dolió?

—Las noches de trabajo... Hemos tenido que trabajar muchísimo porque cada alegación, cada consulta suponía muchas horas de trabajo. Es lógico que la ciudadanía se plantee cuestiones sobre la viabilidad de un proyecto.

—Vamos, que ha pasado más de una noche en vela...

—Me ha quitado el sueño pero no la ilusión. El parque me ha robado bastantes horas de sueño, aunque merece la pena cuando se tiene un resultado que nos emociona a todos. Lo que más me ilusiona es ver la emoción de los espectadores que asisten a la función.

—El parque temático muestra un espectáculo sobre la historia de España. Uno de los episodios más controvertidos es la Guerra Civil, que en la función se resumen con una frase: «Mis hermanos, mis queridos hermanos están muertos, se han matado el uno contra el otro. Mi corazón está desgarrado». ¿Por qué han pasado de puntillas por esa época de la historia?

—A mí no me toca hacer reflexiones ni de moral, ni de filosofía, ni de visión del mundo…, es un episodio complicado de la historia de España porque todavía duele. Es un tema que divide las memorias. En el «Sueño de Toledo» hemos presentado algo que une y no que divide. Que se hace con delicadeza y no con dureza. Quisimos tratarlo así porque es un momento importantísimo en la memoria de la historia española, pero con delicadeza.

—¿Cuál fue la parte de la historia más difícil en el guion?

—La historia de Toledo y de España es una historia apasionante. ¿Difícil? Todo es difícil. Para dar a la gente el gusto por los tiempos pasados, hay que empaparse de cada época porque cada una tiene sus retos y sus peculiaridades... Todo es complicado pero todo merece la pena porque es una historia magnífica.

—Algunos historiadores han dicho del espectáculo que «el relato se basa en numerosos estereotipos» o que «se mezcla historia y leyenda, tiene una línea monocroma, la historia de España no es solo el cristianismo y la idea de unidad del país. Más historia y menos leyenda». ¿Está de acuerdo con estas críticas?

—Nuestro empeño no es dar lecciones de historia, sino inspirarnos de lo legendario, de las anécdotas, de la memoria íntima, de la cultura popular. Si a un historiador no le parece exacto o le parece monocroma, esto no es una lección de historia. Si puede hacer un esfuerzo y salir de su campo, lo entenderá.

—Hablando de cifras. Puy du Fou ha superado sus expectativas: 72.000 personas han disfrutado del espectáculo «El Sueño de Toledo» en esta primera temporada, y ya se han vendido un 10% de las entradas para la próxima. ¿Se esperaba esta acogida por parte del público?

—No esperábamos una acogida tan fuerte ni tan pronta, digamos. Habíamos vendido el 60% de la grada de toda la temporada antes del estreno, y en dos días más de 20.000 entradas. Además, tuvimos que ampliar tres fechas más las funciones y las entradas adicionales se agotaron en pocas horas. Pero a mí lo que me emociona es que cuando la gente sale de verlo diga: «Es espectacular», «es emocionante», «tengo ganas de volver».

—¿Qué es lo que más le ha sorprendido?

—Me ha sorprendido la rapidez con la que el público se ha apropiado del espectáculo. Cuando vine hace tres años vine solo con mi maletita y tres años más tarde ya somos miles los que compartimos el mismo sueño: algunos para una noche y otros porque viven de ello.

—¿Cuáles cree que han sido las claves del éxito?

—La gente tanto en España como en Francia como en otros países tiene ganas de arraigo y, para saber adónde va, tiene que saber de dónde viene, aunque sea de forma legendaria. Conocer nuestros antepasados gusta y te proporciona emoción. Emoción, orgullo y arraigo, la unión de estas tres sensaciones hace el éxito.

—Hace quince días, el Ayuntamiento de Toledo aprobó la licencia para la segunda fase de obras. ¿Qué construcciones se desarrollarán en esta parte?

—El Ayuntamiento nos ha otorgado una licencia porque ya teníamos otra desde mayo del año pasado para toda la parte de urbanización. Hemos empezado ya las obras para 2021 antes del verano y ahora estamos iniciando las obras de edificación para cuatro grandes espectáculos y tres poblados históricos. Habrá dos grandes teatros cerrados, uno con aforo para poco más de 2.000 espectadores y otro para casi 3.000; en un tercer espectáculo, que será en un recinto cerrado, el visitante irá paseando a lo largo del decorado, y habrá una cuarta representación, que será exterior.

—¿Cuáles son sus objetivos a corto y medio plazo?

—Seguir con nuestra apuesta, que es ilusionar a la gente, conciliar cultura y ocio, entretenimiento y orgullo. Continuar con nuestra apuesta para que la gente vaya a entretenerse y salga enamorada de su propia historia y agradecida por su gran herencia.

—Ustedes han anunciado la apertura de un nuevo parque temático de Puy du Fou en China para 2022. ¿Tienen previsto nuevos parques en España?

—No. Hay un proyecto por país. El de Toledo será el único parque de Puy du Fou en España.