El Museo del Greco felicita la Navidad con un exquisito concierto de Nereydas

Los músicos de Nereydas desgranaron un programa-viaje a través de autores y obras significativos de las ciudades Greco, con especial brillo de las piezas dedicadas a la Natividad (Navidad); las nanas al niño Dios fueron sublimes, en especial la de Tarquinio Merula. Las piezas Gaspar Sanz, Juan Hidalgo, Claudio Monteverdi, Girolamo Kapsberger, Steffano Landi, Girolamo Frescobaldi, Tarquinio Merula y Francesco Corbetta sonaron a gloria en un diálogo tan armonizado artísticamente con el entorno grequiano.

Los intérpretes, que mostraron una gran conjunción, hicieron sentir que la música les gustaba a ellos y que también nos gustaba a nosotros, a los que veíamos y escuchábamos.

Manuel Minguillón con el archilaúd estuvo virtuoso e íntimo. También con la guitarra barroca, dialogando con la voz, sacó muchísimo partido a la chacona de Corbetta y a las folías Gaspar Sanz, creando arcos discursivos extensos y placenteros, que hacían volar la imaginación a otros tiempos (encontrando fácil acomodo entre los muros de la capilla del Museo del Greco y rodeado de obras del pintor).

La elegancia de la soprano Ítaca Vicente , con una perfecta dicción que facilitó la total compresión de unos textos cargados de figuras retóricas y emociones, era una forma más que se hubiera escapado de un cuadro del Greco de Toledo. Tanto en las piezas más cultas y arriesgadas como en las más populares demostró un gran control vocal y una espontaneidad que nos hacía sentir que todos participábamos de la fiesta.

La música y la interpretación en ese contexto tan especial daban la sensación de que actuaban «de ti para mí» . Todo fue cercano en ese ambiente en el que la música era directa y transmitida con estética y verdad. Es de agradecer lo que ya es una tradición en Nereydas, los amenos comentarios con los que Manuel Minguillón fue ilustrando cada uno de los bloques musicales en los que se dividió el concierto. Sentir sabiendo lo que se siente es siempre mucho más placentero, a la vez que formativo.

Todo salió a pedir de boca . El público asistente hizo gala de su saber estar y de su encanto con los cariñosos aplausos que brindó a los artistas.

Hay que agradecer al Museo del Greco esta apertura de miras hacia la sociedad y hacia las demás artes. La cultura es un camino en el que se encuentra lo que se ve, lo que se oye, lo que se toca y en el fondo lo que se vive. En esa idea del vivir una cultura de amplios horizontes, a partir de un museo con tradición y una figura toledana y universal como la del Greco, me hago eco del anuncio, leve aún de contenidos, pero anuncio al fin y al cabo, que realizaron el director de la institución, Juan Antonio García Castro, y el director de Nereydas, Javier Ulises Illán , para unir voluntades, saberes y esfuerzos con los que desarrollar proyectos culturales y sociales. Si la muestra de esos objetivos es este concierto de Navidad, bienvenida sea la colaboración, que, a buen seguro, dará excelentes frutos.

Con estas palabras, aprovecho para expresar mi felicitación de Navidad a todos los lectores y el deseo de encontrarnos en las sinfonías de la cultura que van a venir.