Hazte premium Hazte premium

El ladrillo de La Sagra, embajador por todo el mundo

Son varias las fábricas que desde este punto de Castilla-La Mancha llevan tiempo exportando a los más diversos países del mundo. Un ejemplo de ellas es Cerámicas Mora, situada en Illescas, cuyo material es la imagen visible de cientos de edificios situados en los lugares más emblemáticos del mundo

Ladrillos de Cerámicas Mora en la Quinta Avenida, frente al Empire State
Antonio González Jerez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La Sagra toledana es desde hace décadas el centro productor de tejas y ladrillos más importante de España. Por tanto, ha sufrido los vaivenes del sector de la construcción, la panacea económica de España en los años noventa, que después derivó en la mayor crisis como fue la denominada del ladrillo.

Las numerosas, modernas y gigantescas fábricas dieron paso a cierres y a una reconversión en tamaño de este sector. Ahora, algo impensable en aquellos tiempos, la exportación aparece como una vía de escape para este negocio que en La Sagra toledana sigue teniendo peso.

Son varias las fábricas que desde este punto de Castilla-La Mancha llevan tiempo exportando a los más diversos países del mundo. Un ejemplo de ellas es Cerámicas Mora , situada en el término municipal de Illescas, cuyo material es la imagen visible de cientos de edificios situados en los lugares más emblemáticos del mundo, lo que convierte a este material fabricado en La Sagra en un embajador mundial de la provincia.

Según explica a ABC el administrador general de Cerámicas Mora, José Luis Ramírez García-Fogeda , «empezamos a exportar en el año 2008 en pequeñas cantidades, como es el caso de una casa en Rusia y otra en Inglaterra, pero a partir de ahí, cuando la gente va conociendo el producto y nosotros hicimos también una campaña de promoción, poco a poco ha ido creciendo exponencialmente hasta ahora mismo que ya enviamos el ladrillo a Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, Corea, Japón o cualquier sitio que se pueda imaginar». Tanto es así, que hoy día la fábrica destina a la exportación «ya casi el 70 de la producción».

Ladrillos de la Sagra en Kentucky

Según explica José Luis Ramírez, la clave del éxito está en el ladrillo de tipo clinker que se fabrica «Tiene como característica una absorción de agua baja y eso hace que tenga una alta resistencia a las heladas y también a la humedad, por eso este tipo de ladrillo es muy demandado en zonas donde hace frío, porque no se hiela, y en aquellas donde está expuesto al mar, porque no tiene contaminación de la sal marina. Además, al cocerlo a alta temperatura se obtienen unos colores muy vivos que no puede obtener casi nadie. Así, dentro de que cumplen las características, a los arquitectos lo que más les llama la atención es el color».

Rusia fue el primer país en recibir ladrillos de Cerámicas Mora, «pero ahora los países a los que más llevamos se reparten entre Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Inglaterra o Canadá», señala Ramírez.

No obstante, hay que tener en cuenta la complicación de la logística de exportación, ya que «en el caso de Nueva Zelanda estamos hablando de que el envío tarda unos 60 días en llegar, 45 días de barco y otros 15 de transporte terrestre». El material siempre va en barco a un lugar u otro. A Oceanía va vía Asia y a Singapur y a Nueva York va directo, lo mismo que a Canadá.

De ahí que el reciente problema del Canal de Suez «nos afectó un poquito, no en exceso porque al final se solucionó rápido y fue mucho menos de lo que pensábamos».

Al preguntar por cuál hubiera sido el futuro de esta empresa si no se hubiera tomado al opción d ela exportación José Luis Ramírez lo tiene claro: «te lo puedes imaginar. Un desastre porque creo que hubiéramos terminando cerrando. El mercado nacional es muy reducido y luego aparte con unos precios que no son sostenibles».

Una de las incógnitas es conocer si el mercado español de la construcción puede recuperarse en algún momento, pero para el administrador de Cerámicas Mora está claro que «ahora mismo es impensable porque hablamos de que estamos haciendo 90.000 viviendas al año. No digo que hagamos las 800.000 que hacíamos en 2007, pero España es un país de 200.000 viviendas, y eso creo que va a tardar mucho mucho tiempo».

Y añade, pese a proyectos en España como Madrid Norte, que «la verdad es que si me dan a elegir no vendería ahora en España. Vendemos algo aquí porque tienes que cubrir ese 30 por ciento que no vendemos fuera, pero aquí las situaciones son complicadas. No se valora la calidad, ni el color y al final hay ladrillos de otras calidades y más baratos que te desbancan o tú tienes que entrar al trapo».

La aceptación de este tipo de ladrillo de La Sagra toledana en muchas partes del mundo, Ramírez destaca que «hay dos cosas, y es que aparte de que somos competitivos, nuestro ladrillo se vende como un ladrillo premium, porque a los países a los que vendemos su ladrillo es más viejo, como roto, frente al ladrillo casi perfecto como el que hacemos nosotros, y eso lo ven como una novedad. Por eso se venden en un segmento premium en lugares como la Quinta Avenida de Nueva York o los edificios de Starbucks y de McDonalds de Estados Unidos, que se hacen con nuestros ladrillos. O bien en proyectos más singulares donde tienen más presupuesto. Ver en Nueva York tus ladrillos la verdad que es un poco simbólico». Y reconoce que es ir «desde La Sagra a todo el mundo».

Como ejemplo, desde esta fábrica de Illescas han salido ladrillos que hoy pueden verse en las fachadas de edificios como uno que está junto al Empire State, en la Quinta Avenida de Nueva York; otro en París frente a al Biblioteca Nacional, otro cerca de la Torre Eiffel y varios en Sidney, Bruselas, Amberes o Londres.

Para extraer estos materiales Cerámicas Mora cuenta con una cantera próxima, en Numancia de la Sagra, y otra en Los Yébenes, además de comprar otras tierras por diversos sitios de España.

A este respecto, Ramírez explica que «la tierra de La Sagra es tierra roja o marrón, que no es la más demandada ahora mismo, porque los más demandado son los colores negros, blancos y grises, aunque siempre hay un mercado para el ladrillo rojo. Por ejemplo ahora estamos negociando en Inglaterra una obra que pide 400.000 ladrillos rojos. Lo que pasa es que la moda o lo distinto que nosotros ofrecemos son los ladrillos blancos, negros y grises».

Para la contratación y distribución de esta importante cantidad de ladrillos por todo el mundo se suele hacer a través «de distribuidores que son bastante grandes, algunos son multinacionales y cotizan en bolsa, otros son más pequeños, pero al consumidor final no vendemos porque logísticamente no se puede, porque una casa es contenedor y medio y qué haces con el otro medio. Tienes que vender a un distribuidor que te compra veinte contenedores que los vende a diez casas, y así sucesivamente», señala Ramírez.

Hasta llegar a este punto, esta empresa sagreña, aunque sus propietarios son de Mora de Toledo , a exportar «en 2008 a nivel testimonial, pero la exportación a niveles importantes empezó entre 2013 y 2014, ya con un 20-30 por ciento de nuestra producción, y de ahí hemos ido creciendo hasta el año pasado que ya fue de cerca del 70 por ciento.

La empresa, que cuenta con unos 60 trabajadores , tiene previsto una ampliación, si bien destinada a la categoría de piezas especiales y similares.

La exportación es lo que ha salvado a este empresa de otros derroteros y pese a que son tiempos complicados, «para nosotros no. El año pasado fue un año fenomenal, inimaginable, y este año tiene pinta de superar la pasado, por eso nos hemos lanzado a hacer una inversión importante», asegura José Luis Ramírez.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación