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TOEDO FINGIDO Y VERDADERO

La instalación del Colegio General Militar en Toledo (y 2)

¿Negocio arriesgado o apuesta gravosa para una ciudad en expansión creciente?

Fachada del Hospital de San Juan Bautista, primera sede del Colegio General Militar. Aguafuerte de F. Pérez Baquero en Monumentos arquitectónicos de España. Madrid: Calcografía nacional, 1879.

Por JOSÉ LUIS DEL CASTILLO

Cambio de planes

La propuesta de ceder el hospital de San Juan Bautista para acomodo inicial del Colegio General Militar mientras se restauraba el Alcázar planteada por Manuel María de Herreros fue aprobada por el Ayuntamiento y los mayores contribuyentes de la ciudad a condición de que ... los costes no sobrepasaran la cantidad presupuestada y de subastar las obras tanto en la ciudad como en la Corte. Informado el Conde de Clonard, se desplazó en julio de 1846 a Toledo con intención de visitar los alojamientos ofrecidos y de reconocer el estado no ya del Alcázar, desechado de entrada, sino de edificios considerados más apropiados para instalar la academia, esto es, el hospital de Santa Cruz, donde podrían alojarse 400 cadetes; el de Santiago, para alojamiento de otros 200; y la Casa de la Caridad, para clases, oficinas y enfermería. De todos ellos levantó planos el brigadier Antonio de la Iglesia, quien incluso preveía el derribo de varios muros y paredes del primero. Poco tiempo después, por Reales Órdenes de 20 de agosto y 12 de septiembre, el Gobierno disponía la instalación del Colegio en Toledo a partir del 1 de octubre y el acomodo provisional de los 537 cadetes en principio admitidos en el hospital de San Juan Bautista y en el cuartel de San lázaro, como así ocurrió, mientras duraban las «obras de reparación” de los edificios escogidos. La realidad iba, pues, por caminos en buena parte imprevistos.

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