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VIVIR TOLEDO

Un gobernador civil maurista (1907-1909)

Escritos de Antonio Conrado Contesti, marqués de la Fuensanta de la Palma, un «delegado» gubernativo fiel a Antonio Maura

Retrato de Antonio Conrado y Contesti y su presencia, el 25 de octubre de 1908, en la inauguración del puente de hierro de Talavera. (Fotografía de Cifuentes, ABC, 27-10-1908). Archivo Municipal de Toledo

Rafael del Cerro Malagón

El Archivo Municipal de Toledo, dentro de la colección Alba, conserva un álbum donde Antonio Conrado y Contesti fue reuniendo su gestión como gobernador civil de la provincia entre el 1 de febrero de 1907 y el 18 del mismo mes de 1909. Este volumen reúne 164 páginas con cartas, telegramas y numerosos recortes de prensa. En las primeras 64 planas (hasta mayo de 1907) abundan sus notas manuscritas alusivas al cargo: juntas, visitas, actos, viajes. etc. El resto de las páginas aglutinan dispares reseñas impresas de las tareas inherentes al cargo y gacetillas sobre su vida privada.

Antonio Conrado (1855-1932) provenía de una aristócrata y pudiente familia balear. Palmesano de cuna, cursó estudios de ingeniero agrónomo que dejó para ingresar en el Arma de Infantería, ascendiendo hasta coronel. Tuvo reconocimientos militares y ocupó destinos civiles de los ministerios de Fomento y Agricultura. Fue miembro del Consejo de las Sociedades Económicas de Amigos del País de España. Colaboró en la Gaceta Agrícola y fue autor del estudio titulado El problema migratorio . Trabajó para los conservadores sin ocupar elevados cargos. Su «amigo y paisano», Antonio Maura (1853-1925) le asignó el Gobierno Civil de Toledo en 1907. Antonio Conrado cesó meses antes que dimitiese su protector (julio de 1909), tras la Semana Trágica, suceso que daría paso a los liberales conducidos por Segismundo Moret.

El bipartidismo pactado

En aquel momento, en la provincia de Toledo, el partido conservador reunía a los silvelistas ya sumados al maurismo. Sobresalían Gumersindo Díaz Cordovés, Julián García Patos, Félix Conde Arroyo, Manuel Basarán y Gustavo Morales, todos de acomodada posición. En la capital, el liderazgo lo ejercía José Benegas que ya había sido el alcalde en dos periodos anteriores. En 1907 fue nombrado de nuevo por Antonio Conrado una vez que éste logró la dimisión del anterior alcalde liberal, Pedro Martos.

Tales relevos provenían del bipartidismo pactado entre conservadores y liberales alentado por la burguesía de la Restauración. En cada cambio, para asegurar los cargos políticos, eran esenciales los gobernadores civiles y los eficaces caciques locales. El entonces ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva , encomendó a Antonio Conrado vigilar la red clientelar conservadora de Toledo . En febrero de 1907, recién nombrado, ya informó sobre la filiación política de 208 alcaldes mientras esperaba las indicaciones de Madrid para ordenar las listas a diputados a Cortes en el siguiente mes de abril. La jornada electoral fue tranquila pues, según El Castellano , todo obedecía al «dinero, el apoyo oficial y el caciquismo». La exitosa labor del gobernador la refrendan las cartas recibidas del ministro y del propio Maura. Este último le agradeció haber logrado la retirada de Taramona, candidato liberal por Torrijos, lo que supuso el pleno triunfo de los conservadores en toda la provincia. Idéntico éxito se repitió, el 5 de mayo, en las elecciones al Senado. La Cierva, en nombre del Gobierno, le reconocería en un telegrama los servicios prestados «a la Monarquía y la política conservadora».

Obreros y orden público

El álbum recoge también los trances de los obreros para defender sus derechos. En febrero de 1907, el gobernador ordenaba a la Guardia Civil impedirles tomar el tren a Madrid para acudir a una concentración. El 21 de junio Conrado Contesti prohibió un mitin en el Teatro Rojas donde acudió Pablo Iglesias, aunque tuvo que permitirlo una semana después tras una protesta del concejal Julián Besteiro, elevada por compañeros socialistas y ugetistas al ministro La Cierva. A finales de 1907, ante la falta de trabajo, el gobernador promovió unas juntas locales y provinciales de caridad. La prensa publicó las listas de los donantes y las limosnas dinerarias para «remediar las necesidades del prójimo». En febrero de 1909, en vísperas de dejar el cargo, notificó otro mitin en el Rojas, ahora de «liberales, demócratas y republicanos», fuerzas que, un año después, ganaron el Ayuntamiento de la capital, quedando solo tres concejales conservadores.

Afanes del gobernador fueron perseguir el juego, atajar la glosopeda o las enfermedades infecto-contagiosas. La higiene y la moral pública ocupan circulares dirigidas a alcaldes, sanitarios, párrocos y maestros. También afloran otros casos singulares como un alboroto en el sorteo de quintos en Sonseca o la defensa de los guías de turismo ante el probado intrusismo. Más grave fue lo vivido en Los Navalamorales, en diciembre de 1908, tras el decomiso de una caballería a causa de impagos a la recaudación pública lo que desató un motín con varios heridos y dos muertos.

Deberes protocolarios

Entre los recortes abundan las noticias sobre Conrado Contesti atendiendo a ilustres visitantes para conocer Toledo o disfrutar de jornadas cinegéticas en Ventosilla. Entre 1907 y 1908 acompañó a Alfonso XIII, la reina Victoria Eugenia y miembros de la realeza, como las princesas Beatriz del Reino Unido y Matilde de Sajonia. En marzo de 1908 cumplimentó al príncipe japonés Kuni (que presenció con el Rey unos ejercicios militares en Alijares) y al gran duque Boris de Rusia. El 14 de julio asistió a la entrega de despachos en la Academia que efectuaron Alfonso XIII y Antonio Maura.

Su pasión por la agricultura lo reflejan las visitas a las fincas de San Bernardo -donde existía una estación de sericultura- y la Alberquilla -posesión del ingeniero agrónomo Sergio Novales - para ver una demostración de maquinaria. Un texto recoge una sesión de la Sociedad Económica de Amigos del País de Toledo en la que intervino el diputado catalán José Zulueta a propósito de un tipo de arado de su invención. Otras notas refieren los problemas de la torre de la Catedral y del puente de Alcántara. La restauración de la puerta de Alfonso VI la glosó en la revista Nuevo Mundo (7-11-1907) Colombine , seudónimo de Carmen de Burgos , periodista y profesora de la Normal. Entre los viajes del gobernador citemos la inauguración del puente de hierro de Talavera (1908) y las visitas a Torrijos, Quintanar de la Orden y Villacañas.

En diciembre de 1908, con motivo de la onomástica de la esposa de Antonio Conrado, hubo una selecta fiesta en los salones del Gobierno Civil (actual edificio de la Agencia Tributaria en la plaza de las Tendillas), donde se bailaron «alegres valses y ceremoniosos rigodones» según detalló El Heraldo Toledano . El 20 de febrero de 1909, los mismos anfitriones acogieron allí una divertida velada de Carnaval con «distinguidos invitados» y parejas «de pierrots y elegantísimas pierréttes». En el fondo, aquello fue la despedida social de Antonio Conrado y Constest i tras serle acepada su dimisión. El día 25 recibió al también maurista Gonzalo Segovia y Ardizone , conde de Casa-Segovia, su sucesor en el cargo que lo fue solo ocho meses, hasta noviembre de 1909.

Rafael del Cerro Malagón, autor de la sección Vivir Toledo ABC

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