El empleo juvenil, un objetivo clave

Según explica, la situación es complicada, ya que «Castilla-La Mancha llegó a ser en el primer trimestre de 2013 la Comunidad con mayor tasa de desempleo joven de España y la segunda de Europa después de una región en Grecia. Así que esta era una de las prioridades».

Para afrontar este problema, Rueda señala que «enfocamos esta prioridad dando una atención a los jóvenes de acuerdo básicamente con su nivel de cualificación, ya que hay gente entre los jóvenes muy diferente. Uno de los problemas que nos encontramos es que de los jóvenes que estaban en desempleo en el verano de 2015 una tercera parte no tenía la Educación Secundaria Obligatoria, ya que muchos, en los momentos en que había más empleo, habían abandonado los centros educativos antes de conseguirlo para ir a empleos precarios que encima perdieron después y sin esa educación obligatoria. Hoy, esa situación de no tener cierta certificación, impide a una persona acceder a más formación y a la mayoría de los empleos, con lo cual esta gente se encontraba con un paro o una amenaza de paro de larga duración o, en el mejor de los casos, conforme se fueran produciendo empleos, pero siempre precarios, temporales o poco cualificados».

Como primera acción, el viceconsejero de Empleo indica que «pusimos una línea de formación y acreditación en competencias básicas como son lengua y cálculo, de forma que si una persona tiene una acreditación o título de que tiene estas competencias, que son las de la Secundaria Obligatoria, sí que puede insertarse ya en una ruta formativa. Pusimos en marcha un programa de formación para muchos de estos jóvenes y también de acreditación, porque es verdad que muchos no tienen la ESO pero eso no significa que no tengan estos conocimientos, sino que lo que les falta es el título, bien porque el último año les faltara una asignatura o lo que fuera. Por eso pusimos en marcha la formación y un sistema de pruebas por libre que se realizan tres o cuatro veces al año -el mes pasado hubo una con unas 1.600 personas- y pueden conseguir la acreditación».

En lo que llevamos desde 2016 hasta este año se han formado y acreditado a 3.494 menores de treinta años, «que por lo menos ahora tienen una expectativa de seguir su recorrido formativo. Hemos pasado de tener, cuando empezamos, un tercio de jóvenes sin la Secundaria obligatoria a tener un 20 por ciento. Es una mejoría muy sensible, pero sigue siendo una cifra muy dura», apunta Rueda.

El siguiente escalón para atajar el paro juivenil es el de los jóvenes que tienen la Secundaria obligatoria pero nada más que eso. Según el viceconsejero, «eso sigue siendo un lastre para ellos y para toda la región, ya que más de la mitad de los jóvenes desempleados tiene como mucho la Secundaria obligatoria, es decir, que carecen de algún título o certificación profesional o universitaria para ejercer una profesión. Por eso ahí pusimos en marcha, primero, una línea de incentivos para contratos de formación y aprendizaje con empresas , puesto que hemos apostado siempre por el aprendizaje, sobre todo para esta categoría de jóvenes que compartan la formación con vistas a sacar un título, pero con el trabajo en contexto real. Así, sacamos una ayuda de formación y aprendizaje para empresas con contratos de un año de duración al menos y con el 75 por ciento de la jornada de trabajo, el 25 por ciento de formación en un centro homologado y acreditado que les permita obtener un título. En esta acción se han contratado en todo el período a 2.243 jóvenes, lo que ha supuesto una inversión de 11 millones de euros».

Más recientemente, el Gobierno regional ha puesto en marcha este año en su segunda edición tres programas innovadores que son el Crea, Formación Dual Empleo y Formación Plus. «Los tres tienen un rasgo en común, y es que combinan la formación en un centro que te da derecho a un título y con el trabajo en contexto real o prácticas en empresas. Aquí se han formado 2.300 jóvenes en dos años y han supuesto una inversión de unos 22,5 millones de euros», informa Ruedas.

El viceconsejero añade que «para estos jóvenes que no tenían la formación profesional pusimos en marcha estos programas. Vivimos una paradoja porque se suele indicar que tenemos una generación que se dice que es la más formada, y es cierto que tenemos mucha gente muy formada y muy bien preparada, pero también la hay poco formada. Para esos pusimos en marcha dos líneas: una de incentivos a contratos en prácticas de un año de duración al menos en empresas para empleos que estuvieran relacionados con la titulación que cada uno de ellos tenía, plan del que se han beneficiado casi dos mil jóvenes con una inversión de diez millones de euros».

«Pero además, este año pusimos en marcha una nueva ayuda para contratos de un año de duración de jóvenes de una bolsa de titulados. Cuatrocientos empleos se han subvencionado con esta línea y los jóvenes están ahora mismo incorporándose, con lo cual los costes no van a llegar a los cuatro millones de euros porque son 10.000 euros por persona y algo más de 300 contratos. Se trata de una primera oportunidad de empleo para todos los jóvenes que están en esta bolsa una vez que han acabado sus estudios».

«Y como en todas las líneas apostamos por el empleo de calidad y estables, pusimos para todos ellos una línea de transformación en indefinidos por si cualquiera de estas entidades después del año decide dar el paso de incorporarlos a la empresa en un programa de aprendizaje de prácticas. Aquí se han beneficiado un total de 1.314 jóvenes que dieron el siguiente paso al pasar a indefinido,s con una inversión de 7,8 millones de euros».

Preguntado por si hay algún sector que destaque a la hora de absorber la mayor parte de la demanda de empleo juvenil por parte de las empresas de castilla-La Mancha o si la demanda es diversa, el viceconsejero de Empleo indica que «es muy diversa, pero lo que sí que aparece repetidas veces en las demandas de empleo es la de una petición de jóvenes con formación tecnológica en todos los sectores, desde industriales, agricultura, comerciales, comercio al por mayor, de seguridad, de construcción... Sí que hay un déficit de personal formado con competencias en digitales o informática y hay una demanda creciente de las empresas por la digitalización. Por eso, ahora mismo quizás el mayor obstáculo ahora sea la falta de profesionales».

-¿Las empresas cómo están respondiendo a estos planes?

-Al plan de retorno en concreto muy bien. En principio los mediadores tuvieron que hacer un esfuerzo por difundirlo e informar a las empresas que en aquí hay un capital humano muy valioso. En estos momentos nos encontramos con muchas empresas que en su día trajeron a la primera persona y ahora están trayendo a la segunda y tercera porque es gente muy formada. con idiomas y muy decidida. Además, cuando hacemos encuestas, se valora mucho el por qué quieren volver estos jóvenes. Partiendo de la base de que los salarios de aquí son muchas veces más bajos que los que perciben fuera, la gente nos dice sistemáticamente que quieren volver por el clima y sobre todo por los lazos familiares, por eso la empresa que los contrata recupera algo muy valioso para los que vuelven. Por tanto, en el caso del retorno de jóvenes la respuesta de las empresas de aquí está siendo muy buena, incluso me atrevería a decir que incluso mejor de la que habíamos esperado. En las otras líneas de ayuda hay una buena respuesta de las empresas. De hecho, en general no nos faltan solicitudes, todo lo contrario, pero es verdad que tal vez nos falta capacidad de información y de llegar, ya que a veces hablas con empresas por otro asunto y les cuentas algunos de estos programas y muchas desconocen estas posibilidades.

-¿Qué papel juega la Universidad en estos programas? ¿Hay algún acuerdo?

-No hay acuerdos específicos, pero trabajamos con ellos a través de los cipes (centros de información y promoción de empleo) en los que hay un intercambio fluido de información. También difundimos en la universidad los contratos en prácticas, las bolsas de titulados para gente más cualificada, y colaboramos con ellos en todos los actos como ferias de empleo y emprendimiento.