El coronavirus desborda a la única empresa que vende mascarillas en Castilla-La Mancha

En Portillo (Toledo) está la única empresa de Castilla-La Mancha que comercializa este tipo de producto sanitaria y Cristina Gómez, responsable de importaciones de Favesan, ha asegurado que han pasado «de vender 1.000 mascarillas a tener pedidos de 400.000». «Prácticamente no se fabrican mascarillas en España, se importan de China y ahora con el coronavirus, curiosamente es España la que está volviendo a vender estas mascarillas al país asiático, son ellos las que las necesitan y de nuestro consumo habitual hemos pasado a recibir llamadas de personas desesperadas por comprarlas. Son asociaciones de ciudadanos chinos que están en España y que quieren enviarlas a su país. Están haciendo pedidos de 300.000 unidades o de 500.000».

La propia empresa toledana ha reconocido en una entrevista con COPE que a ellos también le quedan «pocas unidades» ante el aumento de la demanda esta semana «De hecho tenemos contacto en España con otros almacenes y entre todos estamos colaborando para poder abastecer las necesidades que tienen».

No todas las mascarillas son iguales. Se necesita un nivel de filtración adecuado. Recordamos que el coronavirus se contagia a través del aire, de las vías respiratorias y lo más efectivo es utilizar una máscara quirúrgica. «Sí, empezaron pidiendo una que es quirúrgica, rectangular y que lleva goma, muy sencilla de utilizar para el uso diario, pero como se está agotando están pasando a las FFP, que son con filtros y válvulas».

En España todavía no se ha disparado la alarma. «Realmente todas las solicitudes que estamos teniendo ahora mismo van todas para la exportación, para consumo hospitalario no hemos notado un aumento de la demanda».

Cristina no para de coger el teléfono atendiendo a numerosos pedidos: «Acabo de colgar ahora mismo con otro cliente, ayer mismo sacamos unas 400.000 de un modelo y otras 11.000 de otro y ahora mismo acabo de tener otro pedido de 350.000 y e-mails muchísimos. La demanda es brutal, donde se vendían mil ahora son 400.000», relata.

De hecho, las empresas chinas que suelen parar un mes la producción por la celebración del nuevo año chino, están empezando a funcionar para intentar cubrir toda la demanda sin necesidad de importar el producto, con lo que el «chollo» de otros países acabará seguramente en pocas semanas.