'Camila', una historia de intriga y emoción

La novela arranca en Roma, el 19 de mayo de 1945, cuando una joven Camila, hija única de una familia acomodada, celebra su puesta de largo. Ese día desconocía que un encuentro fortuito cambiaría por completo el rumbo de su existencia, que pasaría de ser tranquila y despreocupada a convertirse en el calvario que jamás hubiera imaginado. Una pieza de ajedrez, fotografías antiguas, misteriosas cartas, páginas ajadas de un viejo diario y una palabra enterrada en un pozo serán las claves que llevarán a un editor de prestigio a perseguir el rastro de Camila para desvelar el enigma.

La autora explica a ABC que en la obra hay tres espacios temporales; de la Roma de los años 40 se pasa a julio de 1972, que es cuando están fechadas la mayoría de las hojas arrancadas en ese viejo diario que ella escribe y la época actual, que es cuando Valerio, un protagonista rescatado de ‘El rostro dormido en el espejo’, su anterior novela, comienza la búsqueda de esa misteriosa mujer, que es el nexo de unión de la trama y que genera otras historias alrededor.

En un doble cajón de escritorio, Valerio encuentra unas fotografías antiguas, unos documentos contables y lo que parecen unas hojas arrancadas de un viejo diario. Y se pone en la búsqueda de saber qué es lo que esconde todo esto, quiénes son los protagonistas de estas fotos que van formando la historia de ‘Camila’ , «un juego del destino que subyace bajo la búsqueda incesante de la verdad, en el que el perdón llega cuando los recuerdos ya no duelen», como dice el prólogo del libro.

Enclaves como el Domus Aurea, Santa María de Melque y el Castillo de San Martín de Montalbán aderezan las páginas de este libro, que incluye una serie de fotografías realizadas por José Manuel Velasco de los itinerarios por los que pasó la protagonista. Y también las calles y lugares de la ciudad de Toledo que, como siempre, está presente en las novelas de Macarena Alonso, y que tienen que ver con la Orden del Temple: «Es el Toledo del año 1972, un recorrido que hizo Camila y que, luego, realizaría Valerio», explica.

Sin desvelar más detalles del argumento, Macarena Alonso se muestra ilusionada con su nuevo trabajo, una novela con muchos guiños históricos pero en la que, según afirma, «hay mucha intriga y emoción porque es una historia nacida de la propia vida». «Me interesa mucho el alma humana y todo tipo de vivencias, tanto para bien, como para mal; intento desnudar el alma humana, con sus virtudes y sus miserias», dice la escritora, a la que le cuesta desvincularse de su compromiso como presidenta de la Asociación de Mujeres «María de Padilla» , en donde lleva trabajando como voluntaria desde hace ya casi veinte años.

Por eso, las mujeres siempre están muy presentes en su obra porque le interesa el mundo femenino y, además, «desde la experiencia que tengo de conocer el alma y los deseos de muchas mujeres, de su forma de sentir, y de enfrentarse a la vida, mujeres con debilidades, pero con mucha fuerza y muy resilientes, sacadas de la vida real», ejemplos que le han ayudado en su faceta como escritora. Su primera novela, ‘El paraíso de las mujeres perdidas’ estaba basada en hechos reales, con entrevistas a mujeres que depositaron en ella su confianza para construir el personaje de Alejandra. En su poemario ‘Cicatrices de esperanza’ «me desnudé por completo y mostré las cicatrices que me han hecho crecer, con una mirada interior y hacia fuera, y ser la mujer que soy y sentirme orgullosa». Con su siguiente novela, ‘El rostro dormido en el espejo» comenzó su consolidación como escritora que le llega ahora con ‘Camila’.

Cuando su editor Jesús Muñoz , de la editorial Ledoira , con quien trabaja desde el principio, le dio hace solo unos días su primer ejemplar no pudo evitar emocionarse por abrazar a ‘Camila’, tenerla entre sus brazos, mirarla y remirala. «Siento la misma emoción que la primera vez; esta novela me hace llorar, me estremece, y confío mucho en ella...».

Macarena Alonso destaca también la portada, realizada por «un gran artista», Victor Hijosa y su mujer, Esmeralda Vicente Ruiz, con quienes dice tener «una conexión especial». No se olvida de su amiga, Mari Cruz Ávila, con quien ha compartido «cada párrafo y cada renglón» y fue la que le ayudó a decantarse por el título de ‘Camila’, por la fuerza, la personalidad y la intensidad del personaje. Y de su hija, Sofía Esteban , que le propuso la idea del subtítulo: ‘¿Hay algo peror que morir...?’ , una frase escrita en las hojas sueltas de ese diario que conduce a ese viaje de emociones y vida. La novela ya está a la venta.