Un tinto de Castilla-La Mancha, entre los mejores vinos de España para 2023

De ahí la importancia de este nuevo reconocimiento al Dehesa del Carrizal Cabernet Sauvignon 2019, que es un 'Vino de Pago', que es como se conoce a la más alta calificación que contempla la legislación, es decir, una Denominación de Origen Protegida particular que se caracteriza por la singularidad del enclave, los suelos y el clima de un viñedo y una bodega, lo que hace que se obtengan vinos excepcionales. Una particularidad que está limitada tan solo a 24 bodegas españolas.

El proyecto vitivinícola de Dehesa del Carrizal nació en 1987 con la plantación de ocho hectáreas de viñedo de, precisamente, la variedad cabernet sauvignon, a la que se fueron uniendo después los de uvas syrah, merlot, tempranillo, chardonnay y petit verdot. «No había mucha historia ni experiencia de viticultura en la zona, pero las características del clima y del suelo suponían un gran potencial para elaborar un vino de alta calidad», explicaba en una entrevista anterior a ABC el director de la bodega, Pierre-Yves Dessèvre.

A principios de los años 90 ya vieron la luz los primeros vinos, que pronto comenzaron a cosechar éxitos. A juicio del responsable de la bodega, los vinos de Dehesa del Carrizal se caracterizan por tener «mucha personalidad, potentes, elegantes, de mucha complejidad, que maridan muy bien con las comidas y que dejan una huella en la memoria, con una buena relación calidad-precio».

«No hay muchos secretos en la elaboración de nuestros vinos», reconoce Pierre-Yves Dessèvre, quien asegura que lo más importante son los factores naturales del entorno —el clima, la altitud y el suelo—, que permiten una uva de máxima calidad, que es mejorada posteriormente en la bodega. La Finca Dehesa del Carrizal se asienta en una zona de clima mediterráneo templado con influencia atlántica, un microclima que permite una lenta y armoniosa maduración de la uva, con un amplio rango de temperaturas día/noche y una media de altas temperaturas más suave.

Una lenta maduración, un clima peculiar y una elaboración artesanal «en armonía con la tierra» —lema de esta bodega—son las armas con las que cuenta para producir unos vinos de excelente calidad reconocidos a nivel nacional e internacional. Uno de ellos, cómo no, es el Dehesa del Carrizal Cabernet Sauvignon 2019.

Su elaboración es lenta y cuidada, con largas maceraciones, una crianza de 12 a 14 meses en barrica de roble francés y fermentación en tinos de madera. Reposa unos meses en botella antes de salir al mercado, lo que da a lugar a un vino que atesora matices de monte bajo, especias y minerales. De color rojo burdeos-granate, limpio y brillante, en nariz destacan los aromas a frutos muy maduros y tostados, mientras que en boca es carnoso, con taninos bien integrados y agradable postgusto. Por algo es considerado por muchos «el mejor Cabernet de España».