La sequía en Cataluña desata una nueva 'guerra del agua' entre regiones

En el municipio guadalajareño de Retiendas, con motivo de la Fiesta de la Botarga de La Candelaria -junto al embalse de El Vado que regula la Comunidad de Madrid- Bellido se ha mostrado «sorprendido» por la posición adoptada por los gobiernos de Aragón y Valencia, ambos del PP y Vox, «gobiernos protrasvasistas que piden un día sí y otro también más trasvases del Tajo al Segura y que ahora se niegan a que llegue a Cataluña agua del Ebro en Aragón o que dicen que solo se puede enviar agua desalada y para consumo humano, pero no para rendimientos económicos».

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Alberto Caparrós

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El también presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha ha pedido pues «coherencia» a los gobiernos de estos territorios, «que no nos sequen» y, que si estos criterios son válidos para sus territorios, «lo sean también ahora para Castilla-La Mancha o no lo sean nunca, y que lo mismo que piden para ellos sirva también para nosotros». Ha recordado que Castilla-La Mancha ha sido «históricamente solidaria», pero que el gobierno de Emiliano García-Page ha defendido siempre el mismo criterio con gobiernos del PP y del PSOE en La Moncloa: «Si el agua de nuestra región, que necesitamos, otro la necesita para beber, la ofrecemos sin restricción; pero si se va a convertir en economía, primero lo tiene que hacer en Castilla-La Mancha», subrayó.

Hacía estas declaraciones Bellido tras lo dicho este sábado por el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien instó al Gobierno central a garantizar «por escrito» que el transporte de agua desde la desaladora de Sagunto hasta Cataluña «no va a perjudicar a la costa valenciana» y «las necesidades valencianas no van a mermar». «Que nos garanticen lo que nos han dicho», añadió.

Así se pronunció Mazón después de que el pasado sábado la Generalitat informara en un comunicado que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comunicara al jefe del Consell la intención del Ejecutivo de llevar agua en barcos desde la desalinizadora ubicada en la localidad valenciana hasta Cataluña para luchar contra la sequía que sufre esta región.

«Yo estoy a favor de la solidaridad entre cuencas y entre comunidades; lo he estado siempre, también cuando lo necesitamos y cuando lo exigimos», dijo Mazón, y añadió que la Comunitat Valenciana «no va a dejar de exigirlo». «Al revés, creo que esto nos consolida y nos da autoridad moral y coherencia para seguir reivindicando que el agua en España es de todos».

En esta línea, Mazón subrayó que él habla «desde una comunidad que sí ha hecho sus deberes, que sí que ha reutilizado, que sí que ha invertido en ciclo hídrico y que sigue diciendo que el agua en España es de todos». En cuanto a las desaladoras, -cuyo uso demanda el Gobierno de Castilla-La Mancha en el Levante para reducir el trasvase Tajo-Segura- dijo que «el agua desalada no nos gusta para regar, es muy cara, energéticamente no es sostenible, pero para una punta de energía, para una punta de emergencia, para uso de boca, sí que puede ser viable», declaró Mazón.

Hace unas semanas, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, dijo que «nadie entiende que el agua sea propiedad de las comunidades autónomas por las que pasan los ríos», y abogó por aplicar los principios de solidaridad y justicia en la distribución de un bien que es «de todos los españoles». A su juicio, «no se trata de quitar nada a nadie, y no hablo de ninguna comunidad autónoma ni de nadie en particular», sino de «ser justos y solidarios, pero sobre todo justos», en un momento «de escasez» para muchas comunidades autónomas, entre ellas Cataluña y Andalucía.

«Evidentemente a la Región de Murcia nadie le va a dar lecciones sobre cómo gestionar y cómo utilizar el agua, porque teniendo las mismas condiciones ahora mismo que las cuencas de Cataluña y Andalucía no nos planteamos restricciones», añadió, y calificó como un «sinsentido» que Cataluña o Andalucía se planteen restricciones mientras en Segovia están desembalsando el agua de los pantanos porque ya no tienen capacidad para almacenar más, o en Castilla-León se está «desbordando» un río y «causando daños a la población». «Esto no tiene ninguna lógica», manifestó.