Cuando el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se siente cómodo ante un atril y el público le resulta cercano a la par que acertado, no duda en apuntar con tino y compartir su visión particular de la actualidad política, marcada por un ... Partido Socialista, el suyo, que asiste atónito al fin de una etapa.
En esta línea, el presidente autonómico ha asegurado que en Castilla-La Mancha «no hemos perdido la óptica del interés general que sí se ha perdido en España, donde llevamos tiempo padeciendo miopía sobre lo que es el interés general«, ha dicho, para añadir que hoy »con dos que se junten, aunque se junten en la cárcel« ya se sienten capacitados para abordar el interés general, que como ha recalcado Page, »debería ser el objetivo central de quien gobierna y de quien aspira a gobernar, aunque no siempre sea así«.
El responsable del Ejecutivo castellanomanchego ha comentado que en estos 10 años al frente de la Junta de Comunidades nadie le puede decir que la Justicia haya tenido «la tentación» de haber convocado a sus integrantes ante un Tribunal, lo que como responsables públicos «nos permite andar con cierta tranquilidad y solidez».
Moderación frente a show
Este miércoles, desde el Parador de Turismo de Toledo, Page también ha querido dejar claro que en España «cuando a la sociedad se le ofrece en vez del show y del cachondeo permanente, moderación, algo que exige mucha valentía, porque lo fácil y lo cobarde es insultar y atacar, la gente se apunta«.
De esta forma, el presidente de Castilla-La Mancha se ha mostrado defensor de la social democracia y de la moderación. «Tienen que ir las dos cosas a tiempo, en eso consiste el espacio que defendemos, en el sentido común, y que eso sea noticia en España, eso sí que es dramático«, ha zanjado, no sin antes señalar que como castellanomanchego y presidente «no voy a consentir que se le falte el respeto a esta tierra y a quienes la representan con dignidad, aunque nadie está a salvo de que un golfo o una golfa nos dé disgustos, y mentiría si digo que no hemos atajado a tiempo a gente a la que veíamos venir».
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