Page defiende en Europa el «viñedo tradicional» y rechaza que el vino sea tratado como un problema para la salud
El presidente de Castilla-La Mancha recuerda en el Comité de las Regiones que de este sector dependen la supervivencia de 30.000 familias y resalta el «valor ecológico» de una capa vegetal de más de 450.000 hectáreas
Page reivindica en Venecia el consenso de los grandes partidos en Europa frente al frentismo «irracional» que hay en España

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido el viñedo tradicional como elemento clave para el futuro del medio rural y ha advertido contra las amenazas normativas y sanitarias que ponen en cuestión el papel del vino en la sociedad y la economía regional.
«Es indispensable la defensa del viñedo tradicional, que supone la raíz en buena medida de la supervivencia para muchas poblaciones», afirmó el jefe del Ejecutivo autonómico durante su intervención en la Comisión de Recursos Naturales del Comité de las Regiones que se celebra en Venecia. «Coincido en esto con el compañero de La Rioja», añadió.
Page consideró también «esencial» la necesidad de «proteger y defender etiquetados sencillos, lo más comprensible posibles, y desde luego, a salvo de las amenazas que muchas veces se plantean desde el terreno de la salud», dijo, rechazando los discursos que vinculan el vino con problemas para la salud, «cuando en realidad es parte sustancial de la dieta mediterránea, que se representa como una de las más importantes del mundo», remarcó.
El presidente regional recordó que Castilla-La Mancha supone el 9% de la producción mundial de vino y el 60% del conjunto de España. «Tenemos el viñedo prolongado, continuado, también más importante, desde luego, de Europa, con más de 450.000 hectáreas, de las cuales 60.000 suponen también la mayor superficie de viñedo ecológico», detalló.
En este sentido, Page quiso destacar también el valor ambiental y ecológico de esa «extensión tan grande de capa vegetal». «Plantearía en muchos sitios en Europa, y por extensión en el mundo, pero particularmente en Castilla-La Mancha, un reto y un problema muy serio el no cuidar, no promocionar este sector».
García-Page insistió en el impacto económico y social del vino, un sector del que depende la supervivencia de «más de 30.000 familias», muchas de ellas integradas en cooperativas. «Es un modelo extraordinario que defendemos, porque se supone que cuando las cosas van bien, la cooperativa distribuye el éxito; y cuando van mal dadas, distribuye los sacrificios y los esfuerzos», señaló.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete