La Junta defiende una campaña de incendios eficaz frente a lo ocurrido en otras regiones y PP y Vox censuran su gestión en el Pico del Lobo

Gómez insistió en que, pese a unas condiciones extremas, el potencial de propagación «podría haber llegado a las 40.000 hectáreas», pero la presión del operativo evitó escenarios peores.

La consejera detalló que el dispositivo autonómico ha realizado 1.580 intervenciones entre el 1 de enero y el 7 de noviembre, con 632 incendios forestales y 948 no forestales atendidos por el Infocam para evitar su propagación.

Del total de superficie afectada en la región solo 918 hectáreas -el 13%- corresponden a arbolado, mientras que el resto son matorral y herbáceas, vegetación de recuperación más rápida.

La titular de la cartera de Desarrollo Sostenible también recordó que la investigación de causas atribuye 371 siniestros a negligencias, 155 a accidentes, 278 a incendios intencionados, 116 a rayos, además de 26 provocados por colillas y varios aún en investigación. Entre los casos más significativos destacó el incendio de Méntrida, originado por «una colilla de un cigarro mal apagado».

Entre los incendios de mayor magnitud, la consejera enumeró los de Cardoso de la Sierra, Pico del Lobo, Méntrida, Navalmoralejo y Cañada y Chozas de Canales, además del nivel 2 declarado en Torre de Esteban Ambrán por su cercanía a viviendas. Todos ellos, subrayó, se estabilizaron o controlaron «en menos de 48 horas», salvo el de alta montaña del Pico del Lobo, que requirió más de una semana.

La responsable regional reivindicó la inversión de 116 millones de euros —60 destinados a prevención y 56 a extinción—, el refuerzo de medios y la profesionalización del dispositivo: 2.800 personas, 220 medios terrestres, 29 medios aéreos y 114 puestos de vigilancia, además de quemas prescritas, mejoras en caminos forestales y un sistema de avisos y seguimiento que —dijo— ha mejorado la anticipación y la respuesta.

El diputado del PP, Ignacio Redondo, centró de nuevo sus críticas en el incendio del Pico del Lobo, que calificó como el «ejemplo» de los fallos del modelo regional. «Seis horas hasta la llegada de los primeros medios terrestres» y un operativo que pasó «del 100% al 29% de efectivos» por el cierre de activaciones marcadas «por calendario y no por riesgo real», fueron algunos de los datos que expuso.

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Redondo aseguró que muchos trabajadores afrontaron el fuego «con dotaciones incompletas, turnos maratonianos y hasta intoxicaciones por humo», citando partes internos y avisos sindicales. También reprochó la existencia de «torres cerradas», «puestos sin cubrir» y «equipos de solo dos personas» donde deberían operar cuatro bomberos y un conductor, además de retrasos en la reactivación de los equipos de transporte aéreo.

El diputado popular acusó a la Junta de «improvisación», de «no revisar un IPP que actúa como calendario contable» y de mantener un dispositivo «mermado justo cuando septiembre seguía en riesgo alto». «El monte no se apaga con proclamas, sino con planificación y botas en el barro», dijo, reclamando campañas de 6 a 9 meses, plantillas estables y la recuperación de todas las torres de vigilancia.

El diputado de Vox, Iván Sánchez, también situó en el centro de su intervención el incendio del Pico del Lobo, al que volvió a referirse como el reflejo de un «modelo fracasado». Sánchez acusó a la Junta de una gestión «negligente» porque, a su juicio, el operativo «actuó tarde», «actuó mal» y «priorizó desbrozar a apagar fuego», lo que permitió que «un pequeño conato se convirtiera en un incendio de 23 días».

Aseguró además que el Gobierno regional «prefiere cobrar una subvención desbrozando que apagar el incendio», vinculó el problema a «políticas verdes del pacto verde europeo y la Agenda 2030» y sostuvo que «la España que arde es la España abandonada por el bipartidismo».

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El diputado denunció además que Castilla-La Mancha sufre «un cachondeo competencial autonómico», reclamó un sistema estatal unificado de emergencias y defendió volver a los usos tradicionales del monte: pastoreo extensivo, recogida de leña y limpieza continua del territorio, «lo que durante siglos mantuvo limpios nuestros bosques».

El socialista Francisco Barato cerró el debate criticando la «demagogia» de PP y Vox por centrar todo el discurso en un único incendio «de enorme complejidad» e insistió en que Castilla-La Mancha afronta hoy los fuegos con «más presupuesto, más medios y más estabilidad laboral que nunca».

Recordó que el 90% de los incendios se quedan en conato, que el dispositivo ha funcionado con «profesionalidad y eficacia» y que el Gobierno de Page ha hecho «lo contrario que Cospedal: estabilidad, contratación y refuerzo del Infocam». También acusó a Vox de «negacionismo climático y autonómico» y al PP de «no poder dar lecciones tras los recortes del pasado».

«El modelo de Castilla-La Mancha es planificación, inversión y prevención», concluyó.