La Junta convierte el silencio negativo en positivo para agilizar 80 trámites burocráticos

«Que la Administración no sea un obstáculo repelente», ha insistido Padilla. Esa es la idea. «Vamos a evitar papeleo y complicaciones a la gente. Si una empresa o un ciudadano nos dice que declara cumplir los requisitos exigidos en una convocatoria o en un procedimiento administrativo, le creeremos», ha asegurado.

Lo cual no significa que vaya a haber «falta de control o de garantías para el cumplimiento de requisitos que se han exigidos en otro procedimiento», ya que la Administración revisará a posteriori que se cumplen esos requisitos. Tampoco se sustituye la labor de los funcionarios. Sin embargo, «sí eliminamos esas trabas burocráticas o evitamos esperas innecesarias para poder desarrollar una actividad o ser beneficiario de una ayuda».

Las consejerías de la Junta tendrán un plazo de nueve meses para evaluar qué procedimientos pueden ser simplificados. Entre esos primeros 80, más de 50 serán por el método del silencio positivo y el resto dejarán de necesitar la autorización previa de la Administración, que será sustituida por una declaración responsable en la que el solicitante afirma cumplir con los requisitos exigidos.