Los huecos de la valla por los que se coló el asesino de Mocejón

Primero accedió por un gran agujero en una valla junto a un camino, recorrió a pie cien metros y luego entró en el campo por un hueco de otra valla junto al marcador.

Tal y como adelantó este domingo ABC, los niños también habrían entrado a hurtadillas al terreno de juego ya que, aunque el polideportivo estaba abierto, el campo de fútbol se encontraba cerrado.

«Pensamos que tiene que ser alguien que conociera que se pueda entrar por ese camino, porque es un camino que, si tú no eres de aquí, no sabes que por ahí se puede acceder al polideportivo», señalaba esta mañana el portavoz de la familia antes de conocerse el arresto del presunto autor.

Por la tarde, era detenido un español de 20 años como sospechoso del asesinato. Fue en la casa donde vive por temporadas con su padre, que está separado de la madre. El arresto se llevó a cabo en el número 19 de la calle Dalí, a treinta metros del cementerio, a un kilómetro y medio donde Mateo fue asesinado, en el campo de fútbol.

Los vecinos de la calle, sorprendidos por la noticia, hablan de un chico retraído e introvertido. «Ni él, ni su hermano menor ni su padre se relacionan con la gente. Los chicos siempre salen a la calle mirando al suelo», dicen. El coche del progenitor, un Zafira de color azul, ha sido rayado con la palabra 'asesino'. El padre regresó solo más tarde a su vivienda, un adosado de dos plantas, después de marcharse con la Guardia Civil. Asimismo, hubo un registro en la casa de los abuelos del detenido, en la calle de Juan XXIII, a poco más de un kilómetro del domicilio familiar.