La felicidad del escenario mientras dure la guerra
El Ballet de Kiev girará por Puertollano, Manzanares, Cuenca, Ciudad Real y Almansa las próximas semanas. Desde el verano de 2022 acumulan 250 funciones en España con un tremendo éxito de público
El Ballet de Kiev regresa con «El Corsario», un espectáculo que donará para del dinero recaudado a Unicef
Toledo
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Iniciar sesiónEn abril de 2022, recién comenzada la guerra entre Rusia y Ucrania, la productora Goldberg contactó con Viktor Ishchuk, fundador del Ballet de Kiev, con el «reto» de hacer una gira, primero en verano y luego en otoño-invierno, y «darles el mayor ... número posible de meses de trabajo». No fue fácil, hubo algún que otro «contratiempo». Por ejemplo, el Gobierno de Zelenski no permitía salir a los hombres del país (ahora, dos años después, tampoco), así que Ishchuk tuvo que recomponer una compañía joven en la que la «gran mayoría» de los 40 bailarines siguen siendo ucranianos.
Pues bien, aquel «reto» ha superado cualquier expectativa. El Ballet de Kiev, que entonces no había actuado nunca en España, ya va por las 250 funciones con un tremendo éxito de público. Además, por cada entrada vendida se donan 1,5 euros para que Unicef proporcione en Ucrania suministros médicos, acceso a agua potable y a educación o cuidadores que ofrecen apoyo psicosocial y de salud mental. Hasta la fecha se han recaudado más de 210.000 euros.
El Ballet de Kiev recalará de nuevo en Castilla-La Mancha las próximas semanas. Este miércoles, 24 de enero, representará 'El Cascanueces' en Puertollano; el 31 de enero, 'El Lago de los Cisnes' en Manzanares; el 1 de febrero, otra vez 'El Lago de los Cisnes' en Cuenca; el 7 de febrero, 'El Corsario' en Ciudad Real; y el 11 de febrero, 'El Cascanueces en Almansa.
«Entre los bailarines hay todo tipo de perfiles», asegura Ignacio Iturrarte, de Goldberg, la empresa promotora de la gira, con un bagaje de casi 25 años dedicada a la música y el ballet clásico. Hay bailarines cuya familia ha salido del país, pero también las hay que siguen viviendo allí. Y el marido, el novio o el hermano están en el frente. «La situación en Ucrania es muy complicada. Un día te levantas y a un kilómetro han caído misiles. Aunque, por supuesto, todos están deseando que esta miseria acabe, dentro del Ballet hay diferentes maneras de ver el conflicto y sentirlo», añade.
En lo que sí coinciden es en que «están encantados en España: sol, buena temperatura... De hecho, no conozco a ningún artista extranjero que no venga encantado a España. Por eso tenemos tantos millones de turistas».
«Es como una droga»
«La calidad del espectáculo es fantástica. Se viven momentos únicos con el público y creo que es una reivindicación del directo», afirma Iturrarte, para quien igualmente resulta fundamental entender el contexto: «Un artista, da igual de qué, ha tenido una durísima formación durante años. Un artista de ballet, antes de salir a la función, ha tenido unas dos horas y media de clase y ensayo».
De ahí que para estos jóvenes talentos ucranianos, lo mejor de una generación, el escenario sea el lugar del mundo en el que son más felices. «Para ellos es como una droga. Y por mucho que en sus vidas haya incertidumbre, llega un momento en el que tienen que olvidarse y salir. Puede ser una especie de pequeña catarsis», concluye.
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